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No son buenos tiempos para la economía, ni a pequeña ni a gran escala. Las economía domésticas están retrasando al máximo compras de cierta entidad, como casas y coches, por la incertidumbre que el Coronavirus trajo a nuestras vidas en marzo de este año, Esta desazón se ha instalado de tal manera, que prácticamente todo el mundo, especialmente las economías que viven más el día a día, intentan retrasar, prácticamente “sine die” la compra de cualquier tipo de bienes que suponga un desembolso considerable.
En el caso que tratamos aquí, el mercado del automóvil ha registrado un parón en los últimos meses cercano al 40%. Este descenso prolongado en el tiempo no tiene visos de frenar, máxime cuando el plan de ayudas del gobierno ha sido escaso y no se ha gestionado nada bien. Las asociaciones de fabricantes de coches siguen en pie de guerra mientras intentan contrarreloj quitarse de encima el stock sobrante antes de que acabe el año. Y aquí entra nuestra gran duda: ¿aprovechar las ofertas, en muchos casos espectaculares, por un coche nuevo que en la mayoría de casos no podemos configurar a nuestro antojo o seguir esperando al año que viene esperando que con la vacuna vengan tiempos mejores, a pesar de que tengamos que pagar más por prácticamente el mismo coche?
Los ERTE van a correr como la pólvora, pues no se quiere fabricar nada nuevo hasta quitarse de encima lo existente. Por tanto, si quieres coche, correcto, tendrán un buen descuento, pero seguramente te lo tengas que llevar a casa con un equipamiento que no se ajuste a tus deseos. ¿Cuántas veces nos han ofrecido sustanciosas rebajas por vendernos una unidad que lleva meses apolillándose en la campa del concesionario?
Además, los anunciados impuestos al diesel en 2021 y la subida generalizada de los precios de los coches a partir de enero no terminan de incentivar las ventas, a pesar de que, como decimos, en diciembre las ofertas van a ser increíbles. Acabamos de cruzarnos con una promoción del Ford Galaxy, que apenas se vende, con un descuento de más de 13.300 euros. Una auténtica locura poco vista en ningún momento, muy similar a la del Citroën C3, un coche pequeño y con poco margen de beneficios que ahora puedes comprar ahorrando hasta 11.290 euros, cifra muy similar a la del Fiat Tipo (11.150). En Hyundai y en la propia Ford se puede llegar a comprar un coche hasta con 15.000 euros de descuentos en condiciones especiales.
También las patronales del sector están presionando no sólo para que no tenga efecto la anunciada subida de impuestos y el “dieselazo”, sino que piden ser más laxos para que el nuevo impuesto de matriculación en base al CO2 suba a 135 gramos por kilómetro en vez de los 120 actuales. Así se logra pagar menos multas por emitir más emisiones nocivas de las permitidas y las marcas pueden intentar escapar de los números rojos.
En definitivas cuentas, si tienes mucha necesidad de comprar coche, lo mejor es que lo hagas antes de que acabe 2020 porque te vas a ahorrar mucho dinero. Si eres flexible con el tema motores o equipamiento, más ahorro podrás cosechar haciéndote con una unidad en concreto que el concesionario necesite dar salida aún a ganancia cero.
Si no lo tienes nada claro, puedes esperar porque la compra no es urgente o simplemente quieres que tu coche, que te va a acompañar un buen trecho de tu vida, sea a tu entero gusto, quizá lo mejor sea esperar a alguna de las muchas novedades que van a llegar en 2021 y rezar para que la presión de los distintos sectores del automóvil convenzan al gobierno de que, en plena crisis, subir impuestos quizá no es lo más adecuado para reactivar una economía que denominarla “maltrecha” nos parece ser bastante condescendiente.
Para que te hagas una idea de lo difícil que es la situación económica en los hogares pertenecientes a las clases menos favorecidas, hasta hace poco la venta de coches nuevos apenas estaba un poco por debajo de las ventas de coches de segunda mano. Ahora mismo, prácticamente se compran tres coches de segunda mano por cada coche que sale a estrenar del concesionario. Y encima, el montante de las operaciones ha bajado considerablemente, pues mucha gente resuelve su necesidad sin arriesgar sus escasos ahorros y comprando un vehículo de ocasión con 5 o más años a un precio mucho menor de lo que cuesta nuevo.
En cualquier caso y en definitiva, afrontar la decisión de comprar un coche nunca es fácil, pero ahora menos que nunca.