Con el fin de semana a la vuelta de la esquina se avecina una nueva operación salida con el inicio de las vacaciones de gran parte de la población. Mientras que unos optan por el avión o el tren para iniciar sus viajes, otros lo inician en la comodidad de su coche. Ante el aluvión de vehículos que se echarán a la carretera, la Dirección General de Tráfico (DGT) ya tiene en marcha un plan para evitar accidentes con un despliegue de dispositivos para que la temporada estival sea lo más segura posible. Ahora han llegado los vehículos camuflados que te vigilan sin tú saberlo.
La DGT cuenta con casi 800 radares fijos, 23 drones y 10 helicópteros que velarán por nuestra seguridad en las carreteras durante el verano para reducir la siniestralidad en las carreteras españolas.
Tráfico cuenta con vehículos camuflados, a simple vista totalmente normales, que ayudan a los agentes en las labores de vigilancia para captar el exceso de velocidad de los conductores u otras imprudencias que puedan cometerse. Identificarlo estos vehículos no es fácil, ya que son coches como cualquier otro de marcas automovilísticas convencionales que pasan por un coche más de la vía sin levantar sospechas.
Algunos de los coches camuflados que se conocen son varias unidades de Alfa Romeo Stelvio, así como Seat Exeo de color azul que lleva tiempo fuera del mercado. No solo eso, los coches no será los únicos vehículos camuflados que nos pueden estropear las vacaciones si nos pillan pisando más de la cuenta el acelerador, ya que también han incorporado 34 motos camufladas que se encargarán de que el que no haga una conducción responsable se lleve una multa.
Lo que estos vehículos y los agentes pretenden, sobre todo, es controlar la velocidad máxima en la vía. Las multas son cuantiosas dependiendo de cuánto se rebase el límite de velocidad establecido sobre la carretera. La más leve es cuando se superan los 120 kilómetros por hora hasta los 150, siendo la sanción de 100 euros.
Sin embargo, cuando la velocidad se supera y se encuentra entre los 150 y los 170 kilómetros por hora la multa es aún mayor, alcanzando los 300 euros y la retirada de dos puntos del carnet. Si la velocidad se encuentra entre los 170 y los 180 kilómetros por hora la sanción llega a los 400 euros y cuatro puntos menos del permiso de conducir.
La sanción crece si se llega a alcanzar los 190 kilómetros por hora: 500 euros y seis puntos menos del carnet. Más allá la infracción ya se considera muy grave, con 600 euros de multa y seis puntos menos, aunque de superar los 200 kilómetros por hora se puede llegar incluso a tener penas de cárcel.