No te pases con el rock: la multa por llevar la música demasiado alta en el coche
Llevar la música a tope en el coche puede ser objeto de sanción económica
No es la DGT, con las normativas municipales las que regulan el máximo de decibelios permitidos, también en vehículos
La sanción depende de cada localidad, pero en algunos casos, los más graves, se puede llegar a una multa de 3.000 euros
La música siempre es bien. Se escucha por placer, para pasar el rato o para motivarte cuando sales a echar una carrera y quemar unas cuantas calorías. Otro momento clave es durante tus trayectos en coche, si no pones el programa de radio que toca a esa hora, pones tu emisora favorita según tus gustos musicales, o conectas el bluetooth de tu móvil para poner las canciones que quieres, aunque si eres de los clásicos siempre llevas en el coche tu selección de CDs. De esta manera los viajes se te hacen más amenos, sobre todo si vas solo o son muy largos. No obstante, ojo con subir la música en exceso, porque puede caerte una cuantiosa multa.
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Regulado por las normativas municipales
En este caso nada tiene que ver la Dirección General de Tráfico (DGT) o el Reglamento de Circulación, no está estipulada ninguna norma que regule este aspecto, sí que aconseja que no se superen ciertos límites. Pero donde sí aparece es en la mayoría de las normativas municipales. Es decir, cada localidad regula el máximo de decibelios admitidos como ruidos, tanto en hogares como en establecimientos, también en los coches y el límite hasta el que se permite poner el volumen de los equipos de sonido del vehículo.
Bien utilizada, la música incluso puede llegar a tener efectos favorables en la conducción, siempre que se haga con un volumen moderado. Por ello, la DGT apunta a que se deben utilizar ritmos que no te adormezcan, pero que no fomenten una actitud defensiva o agresiva, así como que nos distraigan tu atención de la conducción.
Llevar la música alta no solo nos puede distraer, también es un peligro para la seguridad vial, impidiendo que el conductor pueda escuchar lo que sucede a su alrededor, como una ambulancia que pide paso, interfiriendo en la capacidad de reacción del individuo ante cualquier imprevisto.
La multa
En general las ciudades utilizan los 87 decibelios como referencia y límite del ruido, aunque no en todas las ciudades es el mismo, como tampoco lo es la multa. En ciudades como Madrid, superar el límite en 4 decibelios supone una multa de 90 euros, de 300 euros en caso de superarla en 7 decibelios y de 600 euros a partir de ahí, mientras que en Zaragoza se considera una infracción leve con 36 euros de multa. No obstante, dependiendo del ayuntamiento, la multa puede alcanzar los 3.000 euros, especialmente si la infracción se comete cerca de tramos protegidos, como un hospital.