El pasado lunes, un accidente en Lagos de Covadonga (Asturias), en el que volcó un autobús de Alsa con 48 pasajeros, veinte de ellos niños, hizo que muchos padres se preguntaran si estaban funcionando las normas de seguridad en los viajes infantiles. Afortunadamente no hubo víctimas mortales, aunque diez menores resultaron heridos leves, pero mientras siguen las investigaciones resulta importante hacer un recuento del estado de la normativa en España. ¿Cuáles son los requisitos imprescindibles para que los niños viajen con seguridad?
Ciertos vacíos
Según una publicación de la compañía de seguros Mafre, "la normativa vigente es ciertamente ambigua e incompleta, y esto provoca que a diario viajen muchos niños en autocares o minibuses sin cumplir las condiciones de seguridad mínimas". El artículo en cuestión hace referencia a que en el Reglamento General de Circulación, por ejemplo, se establece cómo deben viajar los mayores de 3 años, pero no fija cómo deben hacerlo los menores de esa edad.
El portal alerta también de que en la mayoría de autocares en España los cinturones de seguridad tiene dos puntos de anclaje, con lo que no se retiene bien el torso y la cabeza del niño en caso de accidente o frenada intempestiva. Pero además, si el autocar tuviera tres puntos de anclaje, lo ideal, los niños pequeños necesitarían un alzador para evitar hacerse daño con el propio cinturón. Los menores de 3 años siempre deben viajar con sillas infantiles con mecanismos de sujeción homologados.
Además de las normas básicas como el cinturón, nunca ponerse de pie durante el trayecto, tener el equipaje de mano bien colocado en los espacios reservados para ello, un tem imprescindible es el de la persona responsable del viaje: siempre debe ser un adulto en el que los pequeños confíen y a quien puedan acudir en caso de necesidad. En el caso de las excursiones de largo recorrido se recomienda al menos dos acompañantes responsables ya sean estos padres, profesores o monitores.
Esta claro que los sistemas de retención y los acompañantes son imprescindibles en trayectos medios y largos, pero no lo son menos en trayectos cortos, como las rutas escolares, en los que por lo general se suelen relajar las previsiones.
Evidentemente, una de las personas más importantes en cualquier viaje en autobús es el conductor, que es quien finalmente es el encargado de llevar a los pasajeros a buen puerto. Lo primero, es asegurarnos de que el conductor tenga el Permiso D, que es el que autoriza a conducir vehículos de más de 8 plazas, que es el caso de la mayoría de transportes de ruta escolar. Para este tipo de servicios, además el conductor deberá presentar un permiso especial y la edad mínima para obtenerlo es de 24 años. Además es imprescindible que el conductor carezca de antecedentes en el Registro de Conductores e Infractores, información que puede y debe solicitarse antes de cualquier trayecto. Los trayectos no pueden ser de más de una hora y si van más de 8 niños es obligatorio que viaje con ellos al menos un acompañante.
La Plataforma Transporte Escolar Seguro, resume así otros puntos importantes de la normativa para este tipo de trayectos: los vehículos no podrán rebasar los 16 años de antigüedad desde su matriculación, se reservarán plazas para personas con discapacidad, cuando el 50% de los ocupantes tenga menos de 12 años deberá ir un acompañante adulto, deben llevar un distintivo indicativo de transporte de menores en la parte frontal y la parte posterior del vehículo. Importante. un vehículo que preste este tipo de servicios y tenga más de cinco años de fabricación debe pasar la inspección técnica cada seis meses. Además, existe una limitación de velocidad a 90km/h en autopista y autovía y 80km/h en carretera convencional. Y sobre el seguro, las empresas que realicen cualquiera de los transportes deberán tener cubierta la responsabilidad civil de forma ilimitada.