Los coches siempre tienen algunos botones o recovecos que, para ser sinceros, nunca hemos sabido muy bien para qué sirven, pero que, sin saberlo, pueden tener una gran utilidad para nuestra conducción, especialmente cuando nos enfrentamos a viajes muy largos, como puede ser estos días de Semana Santa en los que se esperan millones de desplazamientos por las carreteras de toda España. Y para esos trayectos puede que no te hayas dado cuenta de que el mechero del vehículo puede serte de gran ayuda.
El mechero se instaló en su momento para poder encender cigarros, pero desde hace años prácticamente no se utiliza más allá de enchufar ahí un aparato que te permita conectar el móvil para poner la música que quieras o que sirva de cargador para tus dispositivos. Pero ¿y si pudiese mantener caliente ese café que te llevas en el coche para no caer en el cansancio mientras conduces?
Cuando los trayectos son largos, la Dirección General de Tráfico (DGT) aconseja parar cada cierto tiempo para despejarse, estirar el cuerpo y poder comer o tomar algo, como alguna bebida con cafeína que te haga estar atento al asfalto, y a veces nos la llevamos al coche, pero se nos enfría durante el camino. Ahí entra el mechero de tu coche.
En el mercado existen varios vasos calefactables, es decir, calientan o mantienen la temperatura de las bebidas que depositas en su interior, pero para ello necesitan estar conectados al mechero del coche, que le dotará de corriente para ejercer su función. Una opción especialmente útil durante estos días en los que muchos conductores tendrán que enfrentarse a trayectos de varias horas y, además, con temporal de frío y lluvia.
Ahora bien, pese a que existe esta posibilidad y la propia DGT no prohíbe ni beber ni comer estando al volante en su reglamento, lo cierto es que sí que te pueden multar por ello. Tráfico señala que son prácticas sancionables si los agentes detectan en estos gestos algún tipo de riesgo para la conducción o para el resto de los usuarios de la vía, pues en el reglamento se prohíben aquellas prácticas que puedan ejercer una distracción sobre el conductor o que pueda limitar sus movimientos.
“Un conductor deberá estar en todo momento en condiciones de controlar sus vehículos”, subraya el Reglamento General de Circulación, por lo que, de beber, hazlo siempre si no vas a poner en peligro tu conducción.