La función desconocida del reposacabezas del asiento del coche que te puede salvar la vida

Existen partes de nuestro coche que no sabemos para qué sirven. El uso cotidiano de nuestro coche puede hacer que pasen desapercibidas las razones de por qué algunas piezas están diseñadas o colocadas en lugares específicos.

Es posible que jamás hagamos uso de estas partes y de tal manera, ignoramos para qué sirven. Sin embargo, existe un componente en el diseño interior de los coches que puede salvarnos ante situaciones de peligro. Los reposacabezas de los coches tienen la capacidad de romper las ventanas de las puertas desde el interior.

Estos componentes están específicamente diseñados para tener una construcción desmontable y con anclajes afilados para, en caso de quedar atrapados en interior de un coche, puedan usarse para romper las ventanas de la puerta. 

Para hacer uso de los reposacabezas en caso de querer romper una ventana es necesario presionar el botón que está colocado en un costado de la base de estos y posteriormente, levantarlos para sacarlos del respaldo del asiento.

Son pocos los casos, pero hay reposacabezas que no tienen colocado el botón que libera su anclaje en la base, sino que está colocado en un costado de la parte superior o en su defecto, tienen un pequeño orificio en la base que reemplaza el botón por el uso de un pequeño clip o filamento delgado que pueda soltar el apoyacabeza.

¿Cómo romper la ventana del vehículo con el reposacabezas?

En todos los casos la operación es la misma y es importante tener en cuenta que para liberar los reposacabezas del respaldo del auto, es importante mantener presionado el botón de la base mientras jalamos hacia arriba el apoyacabeza. También es importante tener en cuenta la altura del asiento contra el techo del coche pues, en caso de que éste esté muy elevado, el reposacabezas se atorara y no podrá ser liberado.

Asimismo, es importante señalar que para romper los vidrios desde el interior es necesario dar un golpe firme contra la ventana para quebrar los cristales en aras de que el impacto sea efectivo. La operación no debe generar mayor problema o un esfuerzo sobrehumano pues estos componentes están diseñados para ser fácilmente rotos desde el interior de un auto.

¿Por qué es necesario?

Reposacabezas o apoyacabezas, con ambos nombres se conoce a este elemento indispensable en el vehículo, y ambos pueden resultar igual de engañosos. Efectivamente el reposacabezas está pensado para que la cabeza se apoye en él, pero no de la forma en que lo haríamos cuando nos sentamos cómodamente en el sillón de casa dispuestos a ver una película en la televisión, sino más bien como se apoya la mano en una barandilla al dar un traspiés para evitar la caída. Dicho más claramente: el reposacabezas no es un elemento de confort sino de seguridad pasiva del vehículo. Sería más correcto llamarlo “sistema de retención de la cabeza”, aunque este nombre resultaría poco práctico.

Este sistema de seguridad pasivo fue inventado en los años 50 como un dispositivo de lujo y con un elevado precio. Con el paso de los años, la investigación de accidentes descubrió que se trataba de un importante elemento de seguridad. En 1969, se estableció la obligatoriedad del reposacabezas en todos los modelos matriculados en Norteamérica y veinte años después, dicho sistema de seguridad comenzó a homologarse en nuestro país.

Previene el denominado efecto látigo que se produce por el impacto directo sobre la cabeza llegando a transferir su fuerza a la zona cervical. Por esta razón, con los movimientos realizados por el cuello tras recibir un fuerte golpe en la parte trasera del vehículo, con una hiperextensión y una posterior hiperflexión de la columna cervical, aparece el latigazo o esguince cervical.

Por otra parte, el reposacabezas activo se monta sobre una placa de presión en el respaldo del asiento a través un dispositivo de unión, que consta de un dispositivo de muelles. Cuando el asiento se desplaza o empuja al ocupante hacia delante con más fuerza de la que el muelle puede resistir, la placa se mueve hacia atrás dentro del asiento.

Todo esto incita sobre el reposacabezas un movimiento que le fuerza a subir hacia arriba y hacia delante, sujetando la cabeza antes de que el movimiento entre la cabeza y la zona cervical provoque daños importantes.

 

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