¿Qué es la regla del 7 para saber cuándo salta realmente un radar de velocidad?
La Guardia Civil aprovecha las redes social para recordar las normas de circulación a sus seguidores y aconsejar cómo actuar ante distintas circunstancias en la carretera
En uno de sus tuits explicó la regla del 7 para saber cuándo salta un radar de velocidad
Todo depende de la velocidad a la que se circule: a menos de 100 kilómetros por hora o a una velocidad superior
Hace cuatro años, la propia Guardia Civil dio la clave a los conductores sobre cuándo un radar activa las alarmas y se dispara. Lo hizo a través de las redes sociales con un tuit y puso en circulación la regla del 7. Desde Uppers recordamos esa información para explicar qué es la regla del 7 y si realmente aplica la DGT la regla del 7 para las multas por velocidad.
De forma muy clara la Guardia Civil informó a sus seguidores de Twitter de que la velocidad real a la que el radar genera una denuncia es cuando se sobrepasan en 7 kilómetros por hora la velocidad permitida si el límite es por debajo de 100. Pero en las carreteras de 100 kilómetros a la hora el radar se dispara cuando se suma el 7%. También subrayó que no hay nada de qué preocuparse si no se pisa el acelerador innecesariamente y se respetan las normas.
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En la práctica, la regla dice que el radar salta al superar los 47 kilómetros por hora en velocidades máximas de 40. En los tramos señalizado a 50, ese margen de error permite circular hasta 57, y así sucesivamente. No obstante, cuando se rebasan los 100, que es en autopistas y autovías, la regla cambia porque el radar detecta el vehículo si se superan los límites en un 7%. Esto significa que ante un límite de 110 el aparato se chiva en caso de superar los 117,7 kilómetros a la hora. Por último, en las zonas limitadas a 120, la sanción se produce cuando se superan los 128,4 kilómetros a la hora.
La aplicación de estos porcentajes se debe a que los cinemómetros calculan la velocidad con una posibilidad de error de entre el 3% y el 7%, más o menos, según cada modelo y su antigüedad. Otra cosa son los tramos de velocidad controlada, donde se detecta la hora de entrada de un vehículo en una zona concreta vigilada y unos kilómetros más adelante se registra la hora de salida. De esta forma se calcula la velocidad media exacta.
Nuevas normas de circulación
Desde ese tuit las autoridades han seguido persiguiendo el exceso de velocidad y el código de circulación se ha endurecido con la finalidad de aumentar la seguridad y evitar los accidentes. Hay que recordar que el riesgo de muerte en un accidente es real porque sucede cada día. La lucha de la DGT o de la Guardia Civil de Tráfico no es un capricho.
Además, el 21 de marzo pasado entraron en vigor dos normas importantes al respecto con la reforma de la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial. Por un lado, en todas las vías secundarias se ha reducido el límite de velocidad a 90 kilómetros por hora. Por otro lado, a la hora de adelantar en estas vías secundarias, ya no está permitido superar en 20 kilómetros por hora ese límite máximo de 90.
Según palabras de Pere Navarro Olivella, el Director General de Tráfico, “el hecho de no contar con este margen desanima a adelantar y evitará maniobras innecesarias que pongan en riesgo la seguridad de los conductores”. Cabe recordar que según este organismo siete de cada diez muertes tienen lugar en accidentes en las carreteras secundarias.
A lo que se añade otra realidad: el 72% de los conductores admite superar los límites máximos permitidos en estas vías. La crudeza de otras cifras también apoya la rebaja de la velocidad en las secundarias. En un choque frontal a 105 kilómetros por hora es prácticamente imposible sobrevivir, no obstante, si se produce ese mismo accidente pero a 80, las posibilidades de morir bajan al 65% tanto del conductor como de los pasajeros.