Las motos se han convertido en uno de los vehículos más populares para circular por las ciudades gracias a su diseño y su pequeño tamaño, que permiten que los conductores puedan desplazarse de forma mucho más ágil y práctica por las vías urbanas. Sin embargo, estos vehículos también son extremadamente vulnerables en las carreteras, ya que son menos visibles y estables y carecen de la protección de la que sí gozan los automóviles.
Según los datos de la DGT, el riesgo que tiene un motorista de morir en carretera es 17 veces mayor que el que tiene un automovilista. La siniestralidad de este tipo de conductores ha ido aumentando de manera constante desde 2004, con excepción de 2020, año del inicio de pandemia de la Covid-19, y actualmente este colectivo representan, junto a los ciclistas y peatones, en torno al 46% de los fallecidos en accidentes de tráfico, de acuerdo a los datos de la DGT.
Para reducir la siniestralidad y aumentar su seguridad en la carretera, es importante que los motociclistas extremen las precauciones y eviten ciertas maniobras que, además de ir en contra del reglamento, ponen en riesgo su seguridad. Desde la DGT, han recopilado algunas de las infracciones más cometidas por los motociclistas. Estas son las diez más destacadas.
Al igual que los coches, que deben separarse de las motos cuando van a realizar un adelantamiento, los motoristas también están obligados a distanciarse del vehículo que adelantan para evitar posibles colisiones con otros conductores.
En las ciudades, no hay un mínimo establecido, aunque debe ser suficiente para evitar posibles problemas. En cambio, en la carretera, donde las velocidades son más altas, debe haber una distancia de, como mínimo, un metro y medio entre la moto y el coche que está adelantando.
Igual que otros conductores, los motoristas también están obligados a adecuar su velocidad a los límites y condiciones de las vías. En este caso, no solo se trata de no superar el límite de velocidad marcado, sino de no circular a un ritmo demasiado lento, ya que en ambos casos se corre el riesgo de caerse del vehículo, con todas las complicaciones que esto puede conllevar.
Como dato, actualmente la velocidad inadecuada es la primera causa de accidentes con víctimas motoristas en la carretera, al acaparar un 23% de los casos.
Salvo en ocasiones de emergencia en las que circulen por una velocidad extremadamente reducida que suponga un problema para otros conductores, los motoristas tienen completamente prohibido circular por el arcén. Hacerlo para avanzar en los atascos o para adelantar, por ejemplo, es peligroso y sancionable, así que no te la juegues.
En las carreteras, autopistas y autovías, los adelantamientos por la derecha están absolutamente prohibidos por los riesgos que estas maniobras suponen, y más cuando se circula a dos ruedas.
Los cambios de sentido deben realizarse solo cuando la maniobra sea completamente segura y deben hacerse en el tiempo y espacio imprescindibles. Además, los conductores tienen que señalizarla con antelación.
Está prohibido hacer cambios de sentido en pasos a nivel, túneles, autopistas y autovías y curvas, así como en cambios de rasante con poca visibilidad.
A la hora de circular con nuestra motocicleta, debemos llevar siempre encendido el alumbrado de cruce para que el resto de conductores puedan advertir nuestra posición desde una mayor distancia.
A la hora de cambiar de carril o adelantar a otro vehículo, los motociclistas deben señalizar su maniobra. Está prohibido que circulen zigzagueando entre coches, independientemente del atasco que tengamos por delante.
En ocasiones, cuando la congestión de tráfico en la carretera es elevada, los motoristas pueden sentirse tentados a cambiar de carril para intentar avanzar por las calles colapsadas. Esta maniobra no solo es peligrosa, sino que además está penada con una multa de 500 euros y la pérdida de tres puntos del carnet, así que evítala.
En las calles residenciales, cercanías de pasos de peatones, colegios o mercados, los motoristas deben reducir al máximo la velocidad para evitar accidentes, ya que hay muchas probabilidades de que un peatón irrumpa en la calzada de manera imprevista.
Las motos tienen prohibido aparcar en las aceras, paseos y demás zonas peatonales. Sin embargo, los ayuntamientos pueden regular el estacionamiento para estos vehículos en estos lugares, siempre y cuando no entorpezcan a los peatones. Fíjate en las señales de tráfico de estas zonas para comprobar si realmente puedes aparcar.