Hace solo poco más de dos meses desde que Roger Federer anunció su retirada definitiva del tenis. Ser uno de los mejores jugadores del mundo ha hecho que el tenisat se convirtiese en imagen de diferentes marcas y, ahora, fuera de la pista, continua con esa tendencia. Una de sus pasiones está en el motor, por eso mismo ha colaborado con Mercedes en el diseño de un coche que, si algo tiene, es que no pasa desapercibido. Y lo mejor, puede ser tuyo, a que va a ser subastado.
Se trata de un Mercedes AMG amarillo eléctrico, marca de la que Federer a ha sido embajador en varias colaboraciones. Sí, precisamente discreto no es, pero para quien quiera hacer alarde de esta pieza automovilística tiene que apuntar una fecha clave: el 26 de noviembre, cuando darán comienzo las pujas en Múnich de un vehículo con unas líneas de diseño modernas y elegantes.
Para el diseño del coche está claro que se ha basado en su profesión, en el tenis, solo hay que ver el llamativo color de su carrocería, un amarillo chillón que recuerda al de las pelotas que tantos raquetazos ha dado a lo largo de su carrera Federer. No solo eso, para hacerlo aún más especial, el coche está firmado por el tenista.
Tal y como Sotheby’s ha anunciado, apuntan a que es un coche “único en su clase”, y que su recaudación final irá totalmente destinada para reformar una pista de tenis pública en Londres.
Este modelo, el Mercedes AMG GT63 S E Performance, se empezó a comercializar como el primer híbrido enchufable de alto rendimiento de Mercedes AMG, también anunciado como el más potente de la marca, al menos hasta el momento. Más allá de la exclusividad que ofrece la aportación de Federer al diseño, el coche tiene las características propias del modelo.
Es un cupé de cuatro puertas que combina un motor V8 con otro eléctrico de 150kW. En total 843 CV que, sin duda, ofrecen una conducción superior a quien se poner a los mandos del volante que, tras conducirlo, no querrá otro coche. Ahora solo queda esperar a que dé comienzo la subasta y que la puja comience a subir con la misma ilusión que muchos de los partidos que Federer ha jugado a lo largo de su carrera. ¿Cuál será su precio final?