¿Cómo podemos evitar los mareos durante los viajes en coche?
El mareo en el coche se produce cuando el sistema nervioso central recibe información contradictoria de todos los sistemas
Hay ciertos trucos que funcionan para no marearse en el coche siempre que el conductor conduzca de forma tranquila sin frenazos o acelerones
¿Por qué el conductor del coche nunca se marea en el viaje?
Viajar en coche puede ser maravilloso si se toma con tranquilidad y en modo turista o un suplicio para los acompañantes cuando se marean y empiezan a experimentar náuseas, sudores fríos, calor excesivo y hasta vómitos. En Uppers le hemos preguntado a un profesional por qué aparecen esos síntomas y cómo evitar los mareos durante los viajes en coche.
Los mareos que se sufren durante los trayectos en coche, en tren, en barco y hasta en avión se conocen como cinetosis o mal del movimiento y no tienen que ver con el vértigo. Lo provoca la estimulación excesiva que perciben las estructuras internas del oído y que regulan el equilibrio junto al cerebro. Las señales que recibe el cerebro a través de los distintos sentidos no concuerdan con lo que nota el oído interno y se produce una disonancia. La persona esta quieta en posición sentada en un habitáculo, para la vista el interior del coche permanece estática sin embargo el oído percibe que hay movimiento.
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Al ser consciente de por qué se produce el mareo es posible actuar de modo que se intente reducir la disonancia entre los sentidos y que no aumente. Una persona que suele marearse en tren debe elegir aquel asiento colocado en el sentido de la marcha y no en contra ya que el mareo será mayor y los síntomas peores. En el caso de los bebés, cuyas sillas se disponen en los coches en el sentido contrario a la marcha por seguridad, en principio no padecen cinetosis porque su cerebro no ha experimentado otra forma de viajar.
Métodos para no marearse de viaje
Hay una serie de estrategias que se pueden aplicar durante los viajes en coche para evitar marearse además de sentarse en el sentido de la marcha.
Una de ellas es bajar las ventanillas de vez en cuando para ventilar el habitáculo. Lo ideal es mantener una temperatura de entre 21 y 23 grados, para que no se note ni un frío excesivo ni calor. Mantener el coche limpio y no usar ambientadores de fragancias intensas ayuda igualmente.
También funciona hacer paradas regulares para dar un paseo, estirar las articulaciones y la espalda, todo lo que además le viene de maravilla al conductor.
Otra de las recomendaciones que ayuda a que no se produzcan los mareos son las comidas ligeras a base de alimentos refrescantes al igual que mantenerse hidratado sobre todo con agua tanto antes del trayecto como durante el viaje. Es más, algunas personas aseguran que los zumos de piña o de papaya caseros y las infusiones de jengibre, que hidratan y sacian evitan los mareos. De la misma manera que los olores de los ambientadores pueden agravar las náuseas es importante ser cuidadoso a la hora de elegir un tentempié: quesos, especias o embutidos pueden ser demasiado intensos en cuanto al aroma que desprenden y resultar desagradables para los que se marean.
Además, algunas fuentes de redes sociales apuntan que la mejor forma de no marearse es tomarse un polo de hielo en el momento en el que empiezan a aparecer los síntomas. Se supone que el frío reconforta el estómago y reduce los sudores y las náuseas. Una idea es llevar dentro del habitáculo una nevera con hielos para conservar unos polos de sabores. Así, en cuanto un pasajero empiece a agobiarse y esté molesto puede tomarse un polo porque lo más probable es que si espera a llegar a una estación de servicio ya esté malísimo.
Fijar la vista en un punto del paisaje que se ve delante del coche o en el horizonte es un recurso más para no marearse porque se reduce la sensación visual de velocidad. Para ello el mejor asiento es el del copiloto y en su defecto el trasero central. Si se va manteniendo una conversación conviene no mirar hacia atrás cuando se va delante o tampoco al pasajero de la derecha o de la izquierda en caso de ir detrás. Por otro lado, consultar el móvil o leer es de las peores cosas que se pueden hacer durante los viajes, el cerebro cree que el cuerpo está en reposo y no se coordina con el oído que en cambio sí detecta el movimiento. La vista y el sistema osteomuscular emiten datos de que el cuerpo permanece estático y quieto, mientras que el oído interno informa de movimientos inesperados.
Por último, el tipo de vía influye en que aparezca el mareo. Es evidente que en este caso las autovías y autopistas son las mejores carreteras y los puertos de montaña o las zonas de curvas las peores. Con todo ello, independientemente del recorrido, el conductor debe cuidar su estilo de conducción y avanzar de forma suave, sin aceleraciones, sin frenazos bruscos y sin tirones. En vista de todo esto, los ingenieros que se están ocupando de hacer realidad los trayectos en vehículos sin conductor, de forma autónoma, deben resolver las variables que generan la cinetosis o el mal del movimiento.