La paradoja del eléctrico: se venden más coches de lujo que nunca en España, pero pagan menos impuestos
En 2023 se compraron 20.000 vehículos con un valor superior a los 60.000 euros, un 51% más que el año anterior
Sin embargo, la cuota media de impuestos por coche bajó a niveles nunca antes vistos, llegando apenas a los 5.800 euros
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El precio de un coche de lujo en España puede variar considerablemente según la marca, el modelo y las opciones de personalización, pero normalmente está establecido que es aquel que supera los 60.000 euros. Pues bien, los españoles matriculamos en 2023 más vehículos de este tipo que ningún otro año antes, pero la gran paradoja es que pagamos de media menos impuestos que nunca por ponerlos en circulación, según datos de la Agencia Tributaria. ¿A qué se debe se debe este sorprendente fenómeno?
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Durante el ejercicio pasado, los ciudadanos compraron casi 20.000 coches de gama alta con un valor superior a los 60.000 euros, estableciendo así un récord absoluto y experimentando un aumento anual sin precedentes del 51%, según informa 'Cinco Días'. La recaudación conjunta avanzó también hasta el récord de los 115 millones. Sin embargo, al analizar cada caso individualmente, la cuota media de impuestos por automóvil descendió a niveles nunca antes vistos, llegando apenas a los 5.800 euros.
La explicación a esta presunta contradicción hay que buscarla en el auge del coche eléctrico. El impuesto de matriculación grava, en esencia, los niveles de emisiones de un coche cuando sale a la calle por primera vez. Es decir, es un tributo que depende de cuánto contamina el vehículo, por lo que los eléctricos e híbridos enchufables están exentos de abonarlo. Y al superar muchos de ellos los 60.000 euros que Hacienda establece como frontera máxima en el precio, la estadística termina viéndose fuertemente condicionada.
Los tramos por emisiones
Los vehículos que emiten una media de hasta 120 gramos de CO2 por kilómetro están exentos del impuesto de matriculación. A partir de los 121 y hasta los 159 gramos los coches nuevos pagan un impuesto de matriculación del 4,75% sobre el precio del automóvil. El siguiente escalón va entre los 160 y los 199 gramos, con un gravamen del 9,75% y, finalmente, están los coches que emiten más de 200 gramos, que pagan un 14,75% de la base imponible.
Según la estadística de la Agencia Tributaria, los 19.963 automóviles que sobrepasaron los 60.000 euros tuvieron una emisión media de tan solo 123 gramos de CO2 por kilómetro, una cifra que obliga, por muy poco, a abonar el tributo y que está tirada a la baja por el peso de los coches eléctricos y enchufables.
Así, por ejemplo, un Porsche Cayenne híbrido enchufable, con un precio base de alrededor de 112.000 euros según la página web del fabricante, no está sujeto a este gravamen debido a que sus emisiones medias oscilan entre 33 y 42 gramos de CO2 por kilómetro. Sin embargo, un Dacia Sandero, disponible desde 13.190 euros, tiene etiqueta C de la DGT y sí paga impuesto de matriculación, además del correspondiente IVA.
Ingresos tributarios en 2023
El impuesto de matriculación, sumando los más de 985.000 vehículos que salieron por primera vez al mercado en 2023, recaudó 724 millones de euros, un 11% más de los 650 millones registrados un año antes. Los coches de lujo supusieron el 2% de los registros, pero aportaron el 16% de todos los ingresos tributarios que fueron a parar al Ministerio de Hacienda. Esto se explica, por el precio medio dentro de este tramo de base imponible. 84.797 euros que tras abonar el gravamen ascienden a 90.584.