El sector automovilístico, como todo en la vida, también evoluciona. Se estima que en los próximos años, cerca del 90% de los vehículos en funcionamiento incorporarán la tecnología Start-Stop, un sistema muy conocido por todos que reduce el consumo de combustible y las emisiones apagando los motores al ralentí, pero que a la vez, exige a la batería del coche un esfuerzo extra.
El sistema Start-Stop es especialmente útil en las grandes ciudades, donde los atascos y la propia circulación hacen que nos paremos de manera habitual. Es muy importante contar con baterías adecuadas para que el vehículo pueda realizar esta función sin problemas. Detener, apagar, arrancar y acelerar el vehículo es un gran trabajo para coche, y más si lo tiene que hacer de manera constante, por ello, el sistema start-stop cuenta con unas baterías específicas que garantizan que el sistema funcione correctamente.
El precio de una batería está directamente relacionado con sus características técnicas, principalmente con su capacidad. También cabe mencionar la tecnología de la batería. Una batería AGM preparada para sistemas Stop-Start es necesariamente más cara que una batería convencional, de menor exigencia técnica, y su precio puede rondar los 130 o 150 euros. Además, en la mayoría de los coches europeos, la instalación debe realizarse con un equipo de diagnóstico especializado para conectarse a la centralita y codificar el cambio realizado.
El elemento más claro con ello es que se dificulta el arranque del motor del vehículo. Este arranque puede ser lento o directamente no sucede, lo que determina que la batería está en sus últimos días o que hay que cambiarla inmediatamente.
Si al revisar la batería del vehículo, se nota como hinchada o inflamada, entonces también será un signo claro de que se requiere una nueva. Incluso si al subir al coche se percibe un olor un poco extraño, tienes que hacer la revisión porque lo más probable es que provenga de la batería.
En la mayoría de los vehículos, cuando hay un problema con la batería, se enciende una luz en el tablero. Esa luz suele marcar claramente cuando la batería tiene baja carga o no está funcionando adecuadamente.
Otro elemento que te puede indicar que hay que cambiar la batería del coche es la intensidad de las luces. Si notas que las luces tienen menos potencia o no encienden puede ser una señal muy clara de que hay que cambiarla. Y, por supuesto, frente a problemas del sistema eléctrico o que se observe una tensión menor a los 12,5 voltios serán claros signos de que el vehículo requiere un cambio de batería.