Android Auto y Apple CarPlay: cómo instalarlo y usarlo para sacarle todo el potencial
Nuestros aparatos cada vez son más inteligentes, y todas esas implementaciones han llegado a los coches
Android y Apple apuestan porque sus sistemas operativos nos ayuden en la conducción sin que nos resulten una distracción
La tecnología es capaz de revolucionar cualquier ámbito y así nos lo ha hecho saber en los últimos años. Los sistemas operativos de los móviles o los asistentes de voz que tenemos por casa nos ayudan a hacer nuestro día a día un poquito más fácil. Pero hasta hace poco quedaba un ámbito al que se le podía sacar mucho más partido: el mundo del automóvil. Pero ahí han estado Apple y Android para satisfacer a los conductores y que estos puedan estar conectados al móvil mientras conducen gracias a Android Auto y Apple CarPlay.
Todo automóvil con pantalla parece que puede acceder a ambos sistemas operativos de dos formas distintas, o bien controlándolo por voz o manejando las funciones con el panel de control de la misma pantalla. Obviamente, si quieres tenerlos en tu coche, tendrás primero que descargarte una aplicación en tu smartphone. Podríamos hablar de las diferencias entre los dos sistemas, pero realmente su única diferencia es que uno ha sido desarrollado por Google y otro por Apple, cada uno con unas funcionalidades prácticamente idénticas entre sí. Eso sí, atento a las características de tu coche, porque puede que algún fabricante no haya integrado ambos sistemas.
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¿Cómo instalar?
La instalación sí que es cierto que es distinta en ambas. En CarPlay necesitas que Siri esté activada y conectar el teléfono al puerto USB del coche o de forma inalámbrica con el bluetooth. Una vez está preparado, tendrás que ir a la configuración del smartphone al apartado CarPlay y seguir las instrucciones, aunque también deberías mirar el manual del propio automóvil. Por su parte, para Android Auto tendrás que tener instalada la aplicación en el móvil y vincular el coche con el teléfono por bluetooth.
Con todo esto tu coche ya estaría listo para que empieces a disfrutar de una conducción más completa y conectada, eso sí, siempre usándose con responsabilidad y para cosas útiles que no nos hagan perder la concentración y la vista en la carretera.
¿Qué ofrecen?
Ahora que sabemos instalarlo viene la gran incógnita, ¿para qué sirve? Sus funcionalidades son muchas y pueden venir muy bien para no tener que coger el móvil mientras conduces. Entre sus principales ventajas está el poder contestar llamadas sin quitar la vista del asfalto ni del volante o que el sistema operativo te lea los WhatsApp que recibes y puedas contestar mediante la voz.
Otra gran opción es la música, en especial en viajes largos en los que de alguna forma hay que entretenerse para que no sea muy monótono. Por eso puedes reproducir desde Spotify o cualquier otra aplicación tu música favorita si se la pides al sistema operativo por voz. Y entre las más útiles está el poder usar las apps de mapas si no estás del todo seguro con el camino que has escogido, si te has perdido o simplemente si necesitas que te haga de GPS para llegar hasta una calle que no conoces. Pero no solo eso, porque con alguna pregunta puede ofrecerte el recorrido más corto o indicarte cómo está el tráfico en una zona en el momento exacto para saber qué dirección tomar.
Cuidado con las distracciones
Ahora bien, todo esto se debe usar de forma responsable, pues no debemos olvidar que vamos al volante y cualquier distracción puede provocar un accidente, por lo que solo se debe usar solo si es realmente necesario aunque no tengas que quitar la vista de la carretera. Ten en cuenta que al igual que tu coche debe ser compatible, el sistema operativo de tu móvil también debe estar actualizado, pues las versiones antiguas lo más probable es que no sean compatibles.
El auge de la instalación de ambos sistemas ha comenzado y pretende hacer la conducción más sencilla y conectada sin que resulte una gran distracción para el conductor, por eso su control por voz es clave para que no haya que mirar ni la pantalla del teléfono móvil ni la del propio coche, que aunque los nuevos modelos la integren, te obligan a desviar la atención y la vista de lo verdaderamente importante: la carretera.