A nuestro colaborador 'El pirata Hugo' le pedimos la crónica de un viaje de treinta días por aguas del Mar Tirreno.
Como para todo lo relativo a la navegación, lo primero es consultar las cartas náuticas. Hoy en día existen cartas náuticas incluidas en el GPS-Plotter con el que prácticamente todo velero cuenta, aunque se debe tener siempre las cartas náuticas tradicionales en papel.
En las cartas náuticas se indica cuáles son los lugares donde no está permitido fondear por diversas razones (actividad de pesca, protección de parques nacionales, seguridad, etc.) definidas por las autoridades nacionales. En todo otro lugar es posible fondear.
Consejos
El amarre se hace en los puertos y marinas habilitados para ello. Es como un parking, pero se debe reservar con anticipación, ya que los lugares en los pantalanes son limitados y muy concurridos, sobre todo en verano.
Al reservar, se debe informar del tipo de embarcación, la eslora (longitud del barco de proa a popa) y el calado para que se asigne un puesto apropiado. Al acercarse al puerto se debe comunicar la llegada a la autoridad o responsable del puerto deportivo, en general a través de radio de VHF, aunque hoy día a veces se utiliza el teléfono móvil.
El personal del puerto recibe a la embarcación desde tierra o, a veces, salen a recibir al barco en un bote a motor, para guiarlo al puesto asignado en el pantalán y facilitarle la maniobra. La maniobra puede ser complicada si el viento es fuerte y los otros barcos amarrados están muy cerca los unos de los otros. En general, se amarra con la popa hacia el pantalán para permitir la mayor cantidad posible de embarcaciones.
Hay varios tipos de banderas que debe llevar un velero. La principal es la bandera nacional que debe estar siempre expuesta en popa en un asta. Simplemente, indica el país en el que está registrada la embarcación. Cuando se navega en un país distinto del de registro, se debe exponer la llamada bandera de cortesía (es decir, la del país en el que se está navegando).
La bandera de cortesía se iza debajo de la cruceta (pieza de madera o metal que cruzan el palo mayor para dar mayor fuerza de sujeción a los obenques, que son cabos que sujetan al palo mayor a los costados del velero). Se iza del lado de estribor.
Es común, en el caso de regiones dentro de un país que tienen su propia bandera, izar la bandera de la región en la que se está navegando, debajo de la de cortesía. Nosotros, navegando en Sicilia, izamos su bandera debajo de la italiana.
Además, cuando se llega a aguas de un país extracomunitario, mientras no se haya realizado la gestión de aduanas, debe izarse una bandera amarilla (llamada de libre circulación) que indica que el velero recién está llegando y se dirige al puerto más cercano para realizar los trámites aduaneros. Se iza debajo de la cruceta en babor.
Hay varios documentos que deben llevarse obligatoriamente.
Además, es necesario llevar los documentos personales como pasaporte y tarjeta sanitaria. Estos documentos suelen ser suficientes en la Unión Europea, pero siempre es conveniente averiguar requisitos especiales (como, por ejemplo, vacunas) que pudieran existir en algunos países.
En caso de dejar aguas de la Unión Europea, se deben realizar las gestiones de aduana correspondientes y los permisos de la autoridad nacional con jurisdicción costera tanto al salir como al llegar al país extra comunitario.
En la mayoría de los puertos y marinas hay estaciones de repostaje. El velero se amarra al pantalán por un costado mientras dura el repostaje. El personal de la estación siempre ayuda en esta maniobra. La distancia que se puede recorrer a motor depende del tipo de embarcación y del motor que tenga. A modo de ejemplo, podemos decir que un velero de 14 metros, cuando navega a motor, típicamente lo hace a una velocidad de crucero de 7 nudos (7 millas náuticas por hora, es decir unos 13 km/h).
Un motor típico, consume de 5 a 7 litros por hora de uso. Un tanque de combustible suele almacenar 300 litros. Es decir, a 6 litros por hora, daría 50 horas de navegación, lo cual permitiría recorrer 350 millas náuticas o 648 kilómetros.
De todos modos, lo ideal es siempre usar el motor sólo para entrar a salir de los puertos y navegar a vela todo lo posible, porque es más placentero y más barato. Sólo se recurre al motor si los vientos no son propicios y hay apuro, por ejemplo, para llegar a un puerto antes de la noche. Aunque es maravilloso navegar de noche, la tripulación puede no estar dispuesta. De manera que, si hay viento, siempre se puede llegar a puerto a vela. Lo que es muy difícil es atracar sin motor. En situaciones inevitables, cuando el motor falla, se debe contar con la ayuda de marineros en tierra y con remolque con botes a motor.
Las aguas internacionales o alta mar son aquellas que se encuentran fuera de la zona económica exclusiva de un país, es decir, más allá de 200 millas marinas de la costa. Significa que son aguas no controladas por ningún estado en las que se puede navegar, pescar, sobrevolar o llevar a cabo actividades científicas sin requerir ninguna autorización.