No es tan complicado: consejos para quitar y evitar la carbonilla del coche diésel
Aunque no lo parezca la carbonilla del coche puede ser fatal para su funcionamiento, por eso es importante evitar su acumulación
Una conducción adecuada fuera de la ciudad puede ayudar a que se elimine esa suciedad y a prevenir su acumulación
Con el uso, los coches van teniendo problemas que hay que solventar para tenerlo siempre disponible y poder conducirlo sin ningún tipo de peligro al volante. Además, alguna que otra revisión anual para ver si todo está como debería nunca está de más, ya que la ITV siempre está al acecho y cualquier mínimo problema puede hacer que tu coche no la pase. Uno de esos problemillas que hay que solventar es la carbonilla que se acumula en el motor, especialmente en los coches diésel, y que puede traer grandes problemas para tu conducción, así que mucho ojo.
La carbonilla, un gran enemigo
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La carbonilla aparece por el propio proceso de combustión, siendo una suciedad que se acumula en el motor y que en caso de que sea una cantidad considerable puede afectar directamente a su consumo, aumentándolo de manera considerable, o generando muchos más gases contaminantes, así como posibles averías que te darán más de un quebradero de cabeza. La carbonilla también se la conoce como hollín, siendo esos restos de combustible que no se queman y que tampoco se eliminan, acumulándose especialmente en los canales internos del motor y que no es tan fácil como se cree de eliminar.
Y no creas que tu coche no hace todo lo posible por eliminar la suciedad que se acumula, pues en concreto los coches diésel tienen filtros de partículas, un catalizador para reducir las emisiones o una válvula para que los gases que no se queman lo suficiente en el proceso de combustión. Aún con esto y más, a veces no se puede prevenir la acumulación de carbonilla, por lo que hay que estar atento ante su aparición y limpiarla siempre que haga falta para que el vehículo funcione a la perfección.
¿Qué puede producir su aparición excesiva? Pues en el modo de conducción está una de sus posibles causas. Muchas personas utilizan el coche solo en la ciudad, en desplazamientos cortos que no requieren del uso de las marchas más largas o con una conducción demasiado tranquila, con bajas revoluciones, lo que hace que esa carbonilla se acumule, provocando problemas en el proceso de combustión, fallos en el filtro del aire o en otras muchas partes mecánicas del coche que se pueden ver afectadas. Además, una de las formas en las que más se puede notar es al detectar como el vehículo tiene problemas de aceleración o potencia, así como un humo negro excesivo que sale por el tubo de escape.
¿Cómo puedo eliminarla?
En cualquier taller pueden hacer una descarbonización de forma adecuada en la que te quitas todos los problemas de encima y sabes que el coche saldrá perfectamente a punto. Además, de vez en cuando no está de más poner en práctica algunos trucos para prevenir su acumulación y los futuros problemas que ello conlleva.
Por una parte se suele aconsejar que cada cierto tiempo se circule fuera de la ciudad durante un rato y, cuando el motor ya lleve unos kilómetros de rodaje, llevarlo a altas revoluciones y conducir así por una autovía o autopista unos pocos minutos. ¿Para qué puede servirte este truco? Principalmente en ese momento el motor tendrá trabajo extra y hará que los gases de escape puedan salir con una mayor fuerza, lo que provoca que se limpien los conductos de carbonilla. De ahí la importancia, especialmente en los coches diésel, de no hacer una conducción plenamente urbana, sino en la que se salga a carretera para conseguir velocidades más altas.
También es muy importante las calidades de los productos, tanto del combustible como de los aditivos y los productos de limpieza que se usan para el motor u otros mecanismos del vehículo, ya que una mala calidad puede fomentar la acumulación excesiva de la carbonilla en el coche.
Como ves esa suciedad puede ser bastante molesta si decide acumularse y provocar algún que otro percance en los mecanismos de tu coche. Por eso mismo si tienes un coche diésel debes tener especial precaución y llevarlo al taller al menos una vez al año para limpiarlo a la vez que tienes en cuenta las recomendaciones para evitar su acumulación.