¿Has sentido alguna vez la tentación de echarte una cabezadita mientras conducías? A todos nos ha pasado y, cuanta más experiencia tenemos en la carretera, más nos confiamos en el volante. De hecho, una de las principales causas de accidentes de tráfico es la fatiga: según la DGT, en 2018 el número de fallecidos de más de 65 años subió un 37,6%, y en el tramo de edad entre 45 y 54 años aumentó un 3,7%. Muchos de estos accidentes se podrían haber evitado con un poco de ayuda. La tecnología está de tu parte para que no cierres ni un segundo los ojos al volante.
Según la Dirección General de Tráfico, la fatiga intervino en el 12% de accidentes mortales o graves que se produjeron durante 2017; es decir, totalmente evitables. Hoy en día hay multitud de opciones para detectar cuándo está llegando ese momento en el que tienes que decir 'stop' y descansar un rato o salir a tomarte un café. Los fabricantes de automóviles lo saben bien y están incorporando en el software de los nuevos coches la tecnología necesaria para despertar a quien se está quedando dormido.
En un futuro muy cercano
En este sentido, la inteligencia artificial (IA) aplicada a los vehículos va a ser clave, aunque aún esté algo lejos, y la mayoría de los dispositivos estarán basados en el estudio del comportamiento del conductor al volante. Es decir, el coche se fija en lo que sueles hacer para detectar cuándo no lo estás haciendo.
Por ejemplo, si tu coche 'sabe' que siempre tomas las curvas con una determinada inclinación de los brazos y una presión concreta sobre el volante, podrá advertirte del momento en el que te salgas de la norma: querrá decir que algo anómalo te está sucediendo. Mientras esto llega, puedes ir probando estos ayudantes tecnológicos que ya están en el mercado.
Reconocimiento facial
Algunos coches de gama alta ya están instalando este tipo de sistemas para evitar distracciones de los conductores, que se han ido optimizando con su implantación previa en otros ámbitos de la vida, como en los propios teléfonos móviles.
Por ejemplo, el sistema OMROM se encarga de monitorizar los movimientos del conductor a través de infrarrojos y avisa al conductor en el que caso de que detecte alguno que no sea habitual, como mantener cerrados los ojos durante más tiempo de lo que considera normal.
Otros sistemas están dirigidos a estudiar el comportamiento de las pupilas. BMW ha anunciado que se encuentra evaluando el rendimiento de un software que detecte, en todo momento, el estado de las pupilas del conductor, de tal manera que avise si este se desconcentra o pierde el foco del carril.
Volvo también está haciendo avances en este sentido, y van un poco más allá: si el conductor toma el volante después de haber bebido unas cuantas copas, el propio sistema podrá reducir la velocidad del vehículo, emitir distintas alertas al conductor, aparcar de manera autónoma en una zona segura y, en última instancia, que este reciba una llamada del propio fabricante para verificar que todo va bien… o no.
Volante que avisa a los conductores
Cuando este elemento detecta movimientos extraños a los que le tenemos acostumbrados, sobre todo por autopista y a velocidad de crucero, puede emitir una advertencia para ver lo que nos está pasando y que que volvamos a estar pendientes de lo que acontece delante de nosotros en la carretera.
Recientemente, en la Universidad de Aveiro (Portugal) ha ido un paso más allá y han inventado un nuevo volante que se 'conecta' con la piel del conductor. Al mismo tiempo que se está conduciendo, el volante está realizando continuamente un electrocardiograma para medir las constantes vitales de la persona que conduce.
De esta manera, puede avisar en el momento en el que se produce una señal inequívoca de que el conductor se está durmiendo, como es la bajada de las pulsaciones. Pero no solo eso: también puede advertir al conductor, nada más con poner las manos en el volante, si está estresado o si necesita hidratarse. Este volante no está a la venta aún, aunque sí parte de sus componentes para aquellos fabricantes que deseen incorporarlo a sus volantes.
Un motor chivato
Otra de los métodos más efectivos en la actualidad para evitar problemas de somnolencia al volante es el uso de los 'motores chivatos'. En los modelos de coches más modernos ya se puede ver cómo, cuando pasan unas dos horas sin que el motor se pare y la velocidad sea de crucero, la centralita del motor emite una advertencia sonora y visual para que detengas el vehículo y te tomes un descanso.
Habitualmente, esta señal luminosa está representada por una taza de café, y es una de las medidas de seguridad 'preventivas', ya que no realiza ninguna acción como tal, tan solo te avisa de que es la hora de parar a tomar un descanso.
Asistentes de carril
Aunque no sea exactamente un sistema para advertir al conductor de si se está durmiendo, los asistentes de carril también pueden servir para evitar accidentes por este motivo.
Estos programas instalados en los vehículos van continuamente escaneando las líneas de los carriles y cuando detectan que el coche se acerca al límite del último carril lateral puede llegar a mover el volante ligeramente para evitar el impacto contra el guardarraíl. Este sistema, denominado LKS (Lane Keeping System), actúa directamente sobre el sistema de la dirección del coche, tomando el control durante unos segundos que pueden ser vitales.
En otras ocasiones, este sistema es menos agresivo y se llama LDW (Lane Departure Warning). No llega a mover directamente el volante, sino que emite una vibración en el volante o en el asiento para advertir al conductor y ponerle en alerta.
En cualquiera de los dos casos, el coche lleva incorporada una cámara de visión de carriles que, habitualmente, se instala en la parte superior de la luna frontal y es prácticamente invisible para el conductor, pero puede salvarle la vida.