Jaguar Cars, del éxito al cambio de propiedad y las carreras: la historia de la reconocida marca británica
La marca británica tiene una historia de casi 100 años detrás en la que ha pasado por muchas situaciones diferentes
De ser una marca propia, a pasar por las manos de Ford o una empresa India que la ha fusionado con Land Rover
Hablar de marcas de coches británicas significa que rápidamente se te venga a la mente Jaguar, esa firma de superdeportivos de lujo que más de uno querría tener aparcado en su garaje. Su historia, como la de otras muchas compañías automovilísticas, tiene para rato, desde un nacimiento particular hasta las múltiples dificultades que ha pasado a lo largo de sus casi 100 años de vida en los que ha fabricado algunos de los coches más icónicos de la historia automovilística. ¿Quieres adentrarte un poco más en la historia de una de las marcas más famosas del mundo del motor?
Primeros años de éxito
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Para hablar de sus inicios se pueden mencionar de dos fechas, la primera en 1922, cuando William Lyons y William Walmsley fundaron Swallow Sidecar Company, pero realmente fue en 1935 cuando Jaguar se utilizó como nombre por primera vez y desde ahí es así como se conoce a la marca de coches, siendo el SS y el SS 100 los primeros automóviles en llevar su nombre, aunque parecer ser que oficialmente la compañía comenzó a ser conocida como Jaguar Cars Limited desde 1945.
Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial llegaron algunos modelos que elevaron a la compañía como una de las más top en cuanto a deportivos, quizá el más especial fue el Jaguar XK, pues fue el primero que se puso a la venta tras la contienda, siendo un modelo revolucionario para su época y que actualmente sigue considerándose como uno de los grandes iconos automovilísticos de la historia del motor.
En la década de los 60 Jaguar dio un gran golpe en la mesa tras sacar el que posiblemente sea uno de los modelos más recordados por el público y que más representa a la marca, el E-Type. Años después la compañía lanza el Jaguar XJ-S, una auténtica revolución en cuanto a diseño que permitió a Jaguar continuar su camino en las altas esferas del automovilismo.
Cambio de propiedad
La década de los 80 supuso una época de dificultades para Jaguar mientras John Egan presidía la compañía. Fue entonces cuando Ford comenzó a realizar varias ofertas tentadoras a numerosos accionistas de Jaguar, aunque las negociaciones y la incorporación se tantearon durante años y no fue hasta 1999 cuando entró a formar parte del Premier Automotive Group de Ford en la que estaban presentes otras marcas como Aston Martin y a la que más tarde se uniría Land Rover.
Durante esta época se lanzaron al mercado algunos de los modelos más famosos de Jaguar en el nuevo siglo, como el S-Type o el X-Type. Sobre el año 2007 Ford comunicó su intención de vender Jaguar y otras marcas como Land Rover, venta que se efectuó finalmente en 2008 a la empresa india Tata Motors, la cual estableció Jaguar Land Rover Limited, filial británica que unía el diseño, la fabricación y la comercialización tanto de Jaguar como de Land Rover.
Jaguar en las carreras
Las carreras de coches también han sido uno de los puntos fuertes de la compañía durante muchos años, especialmente en las 24 Horas de Le Mans que se celebra cada año en Francia. Los años 50 fueron su época dorada ganando hasta cinco veces durante esos años con sus modelos C-Type y el D-Type. Durante un tiempo se abandonó la carrera, volviendo a incorporarse con éxito en los años 80.
Su Jaguar XJ 220 se proclamó durante años como el superdeportivo más rápido del mundo, que compitió en los años 90, llegando a los 350 km/h hasta que en esa misma década McLaren lanzó su F1 que alcanzaba los 386 km/h, robándole a Jaguar el récord mundial que ostentaba.
Desde luego que Jaguar ha tenido un camino de altibajos en el que ha cambiado de manos varias veces, cosa que no le ha hecho perder su poder, continuando como una de las marcas más top en cuanto a vehículos deportivos a nivel mundial. Porque claro, tener un coche con el símbolo de Jaguar no es una tontería, y lucirlo mucho menos.