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El precio de los carburantes sigue escalando. Desde finales del mes de enero, cuando se batió el máximo histórico fijado en 2012, el diésel y la gasolina se han ido encareciendo, encadenando varias semanas de subidas con las que han superado todos los registros de la serie histórica.
A pesar de que los combustibles ya habían experimentado una tendencia ascendente a lo largo de 2021 y en las primeras semanas del nuevo año, esta escalada de los precios se ha visto fuertemente impulsada por el estallido de la guerra de Ucrania y por las sanciones impuestas a Rusia por la invasión.
Según los datos de Newtral, desde que comenzó el conflicto el pasado 24 de febrero, se calcula que el precio medio de la gasolina se ha incrementado en torno a un 16%, mientras que el diésel ha experimentado una subida de aproximadamente un 24%.
Esta escalada se ha traducido en varios récords. En el mes de marzo, tanto la gasolina como el diésel alcanzaron sus máximos históricos. El precio medio de la gasolina, en concreto, llegó a estar en 1,873 euros por litro, mientras que el precio diésel llegó a ascender hasta los 1,87 euros por litro.
Como consecuencia del incremento de los precios que han experimentado ambos carburantes, a finales del mes de marzo se produjo un hecho histórico. Y es que por primera vez en la historia, el precio del diésel superó al de la gasolina.
En concreto, en la última semana del mes pasado el precio medio del diésel se situó en 1,837 euros el litro, tras experimentar una subida del 2,26% con respecto a la semana anterior, mientras que el de la gasolina se fijó en 1,818 euros el litro, tras registrar un repunte del 0,28%.
Este hecho resulta sorprendente porque, por norma general, la gasolina tiende a ser más cara que el diésel, a pesar de que, en realidad, la cotización de este último combustible suele ser más alta que la de la gasolina. Sin embargo, y a pesar de que la diferencia de impuestos entre ambos productos permite que el diésel se mantenga en unos precios más económicos que la gasolina, cuando el gasóleo empieza a aumentar de precio lo suele hacer de forma más acusada que la gasolina. ¿Por qué motivo?
La causa detrás de este suceso no es otra que la velocidad con la que las estaciones de servicio compran el diésel.
Tal y como recuerdan desde 20minutos, el precio de los combustibles aumenta para los consumidores cuando las estaciones de servicio hacen sus adquisiciones a un precio más elevado.
Es decir: cuando una gasolinera compra el combustible con un precio más caro que el del día anterior, esta subida también repercute en los consumidores, que tendrán que abonar un importe más alto para llenar su depósito.
En el caso del diésel, este combustible se suele comprar con más frecuencia y asiduidad que la gasolina, tal y como explican desde 20 minutos, ya que el número de vehículos propulsados por diésel que hay en el parque automovilístico español es mayor que el número de vehículos propulsados por gasolina. Como resultado, las subidas son más notorias, y los conductores las notan mucho más.