De los Picos de Europa a Cabo de Gata: rutas moteras para disfrutar de la naturaleza en España
Asturias, Castilla y León, Andalucía… Las rutas en moto son la excusa perfecta para adentrarte de lleno en España y conocer rincones nuevos y especiales
La Ruta 66 en Estados Unidos o la Ruta 40 de Argentina son solo algunas de las más famosas del mundo, esas que todo motero desea hacer al menos una vez en la vida. Son viajes largos en los que en cada kilómetro puedes encontrar una historia nueva, pero tampoco hay que irse tan lejos para vivir la adrenalina de las rutas en moto. España cuenta con grandes carreteras y entornos naturales privilegiados que los hacen lugares mágicos para disfrutar de un gran viaje en moto con amigos, y ahora que se acerca el verano es el momento perfecto para hacer una. Solo hay que saber elegir de qué paisaje quieres disfrutar y así conocer la geografía española de una forma más profunda y distinta.
Los Picos de Europa
MÁS
Todo aquel que quiera un poco de adrenalina no puede perderse una de las rutas moteras más espectaculares de España. Los Picos de Europa es uno de los Parques Nacionales más reconocidos del país por su belleza, y recorrer su entorno montañoso en moto con esas curvas es un chute de energía para cualquier viajero. Pasarás por pueblos tan emblemáticos como Cangas de Onís, vivirás una sensación indescriptible al subir hasta los Lagos de Covadonga y luego pasar por el Santuario e incluso puedes visitar el imponente Desfiladero de Hermida.
De Cabo de Gata a Granada
Si lo que quieres es una ruta de varios días, en Andalucía se esconde una de esas que te robará el corazón en cada parada. Desde el Parque Natural de Cabo de Gata hasta llegar a Granada pasando por la Alpujarra, una de las zonas más características de la zona sur de Andalucía. Viajarás por diversos paisajes, comenzando en la costa mediterránea para luego recorrer el desierto de Tabernas, hasta los pueblos blancos típicos andaluces donde catar los mejores manjares de cada zona y pasar por Sierra Nevada antes de llegar al destino final: Granada. Ahí te espera un símbolo de la ciudad y de España, la Alhambra.
La ruta de Los Oasis
El Bajo Aragón es una zona perfecta para una ruta motera que te permitirá conocer muchos paisajes que, sin ese viaje, probablemente nunca verías. La ruta comienza en la Estanca de Alcañiz, muy cerca del pueblo, pero poco a poco, mientras te adentras en la profundidad de Aragón descubrirás la aridez de los paisajes que contrastan en muchas zonas con el verde de las plantaciones de olivos y en otras con algunos embalses o ríos que te encontrarás por el camino en un recorrido por la España más enigmática.
Las Hoces del río Duratón
Hay muchas formas distintas para conocer el interior de Castilla y León, pero si lo que quieres es descubrir la naturaleza y los paisajes que esconde esta ruta en moto puede ayudarte a recorrer todos esos rincones con tranquilidad y la mejor compañía si haces tu viaje en moto en grupo. La mayor parte de la ruta se encuentra en la provincia de Segovia y comienza desde el pequeño pueblo de Valsaín y recorre otras localidades que te enamorarán hasta llegar al final, en la ermita de San Frutos, que se encuentra sobre el río Duratón y el embalse de Burgomillodo.
La Transpirenaica
Algo parecida a la de los Picos de Europa, si te gusta la montaña la Transpirenaica es toda una experiencia para atravesar los Pirineos desde Cataluña hasta llegar al País Vasco o viceversa. Tu decides si quieres empezar en el Mediterráneo o en el mar Cantábrico. Sin duda esta ruta te lleva a pasar por muchas zonas del norte de España que te permitirán conocer sus tradiciones, su cultura y la variedad de paisajes que tenemos en un espacio tan reducido, que es lo que precisamente hace de España un país tan especial.
Cada ruta es única y cada una consigue dar una sensación distinta. La variedad cultural y de paisajes de España lo convierte en un país perfecto para no solo hacer una, sino varias rutas moteras al año. En parte todo es gracias al clima tan bueno que tenemos que no nos impide salir a la carretera para vivir y sentir la adrenalina que da el motor cada vez que lo enciendes para recorrer cientos de kilómetros.