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Hace ya bastante tiempo, era de lo más normal encontrarse en zonas residenciales con vecinos dando una mano de limpieza a sus coches. Una actividad que resultaba de lo más normal y, además, si te gustan los coches, puede ser sumamente placentera. Sin embargo, ese pequeño placer de fin de semana, puede ser un problema muy grande.
El coche es nuestro mejor amigo, nuestro medio de transporte y aliado en cientos de aventuras, razón por la que siempre queremos lavarlo para tenerlo reluciente, desde el capó, hasta las luces traseras. Sin embargo, ¿le prestas atención al sitio donde lo estás lavando? Muchas veces, hacemos caso omiso a normativas y leyes, pero lo cierto es que varias de estas sanciones pueden producirse por el sitio en donde estés lavando tu vehículo.
Mucho se ha especulado acerca de esta problemática, ya que la incógnita suele ser, ¿por qué han de multarme si solo estoy lavando mi coche? Es algo realmente entendible, pero según las normas de circulación, se trata de un tema legal que puede tener como resultado una sanción.
Para entrar más en el contexto actual, primero tenemos que comentar lo dicho en las normativa española. Según el Reglamento General de Circulación, está terminantemente prohibido arrojar, dejar o abandonar objetos que atenten contra el buen funcionamiento y estado de las vías públicas. Además, en la ordenanza se resalta que todos estos objetos podrían deteriorar o empeorar el estado de las calles de libre tránsito.
Sumado a lo anterior, si echamos un vistazo al artículo 2 del reglamento, observaremos que en él está implícito que cualquier persona está en el deber de velar por el buen funcionamiento y bienestar de las vías. Y esto se comenta también debido a que varios de los productos utilizados para lavar coches (como los jabones y otros químicos) podrían afectar el medio ambiente. Así que, dicho esto, debes tener claro que no es legal lavar el coche en calle.
Se dice que lo barato sale caro en algunas oportunidades, y esta no es la excepción. En la capital, Madrid, estas multas suelen llegar hasta los 3000 euros para las sanciones graves, 750 y 1500 euros para las sanciones de menor peso, y unos 150 euros por sanciones menos graves. En otras regiones las multas son menores como en Barcelona, que suele ser una multa simbólica, de uno 30 euros o Sevilla donde la penalización de esta práctica puede ascender a los 120 euros.
Respecto a lo de lavarlas en garajes, la cosa tampoco está clara. Si este es de una comunidad de vecinos, la normativa propia puede prohibirlo. Y es que se puede considerar un uso indebido de las zonas comunes del edificio, sobre todo si el agua que se usa es de la comunidad; así lo refleja el Artículo 394 del Código Civil: “Cada partícipe podrá servirse de las cosas comunes, siempre que disponga de ellas conforme a su destino y de manera que no perjudique el interés de la comunidad, ni impida a los copartícipes utilizarlas según su derecho”.
Para limpiar nuestro vehículo es imprescindible acudir a las estaciones de servicio habilitadas para ello. No es necesario emplear los lavados allí instalados, aunque cuentan con productos especiales para la limpieza de los coches e incluso ceras para proteger la carrocería. Hay que informarse también sobre los servicios y permisos de cada estación, pues no todas permiten emplear esponjas ni lavar manualmente los coches en sus instalaciones.
Lo mejor es acudir en horarios de poca afluencia de coches. Mientras no molestemos ni creemos largas colas, nadie nos dirá nada por lavar nuestro coche con esponja siempre y cuando, empleemos y paguemos por el uso de las instalaciones.
En estos lugares, además de darle los cuidados que la carrocería necesita, podrás adecentar tu coche sin problemas. También podrás ponerlo a punto por dentro: aspirando la tapicería, puliendo el salpicadero, limpiando las lunas también por dentro… Siempre será mejor dejarlo en manos de los profesionales o acudir a un túnel de lavado.
No sólo lograremos evitar una multa que puede ser un serio problema para la viabilidad del mes, o de los meses siguientes, también evitamos ensuciar la vía pública e incluso una posible contaminación local. No todos los productos son biodegradables y requieren un tratamiento específico.