Ferrari, Ford o Lotus: siete coches deportivos míticos que se han convertido en leyenda

Cada día las noticias del mundo del motor nos sorprenden más y más con la llegada de nuevos modelos y prestaciones espectaculares que hace apenas unos años eran totalmente impensables encontrar sobre las cuatro ruedas. Pero la llegada de esos grandes vehículos de alta gama con velocidades que quitan el hipo no significa que nos olvidemos de los grandes modelos que nos ha regalado la historia, esos deportivos que con solo ver una foto nos saca una sonrisa porque nos recuerda la pasión que vivimos por ellos hace años. Por eso, para tener una sonrisa permanente, recordamos algunos de esos deportivos míticos que tanto nos han hecho disfrutar.

Nada mejor que empezar esta lista con uno de los coches más especiales que han pisado el asfalto: el Ford Mustang. Lleva fabricándose desde 1964, por lo que son muchos los modelos y los diseños que hemos ido apreciando a lo largo de las décadas, viendo como sus líneas cambiaban hasta el espectacular deportivo que sigue siendo a día de hoy. Es cierto que las nuevas generaciones poco tienen que ver con aquellos primeros Mustang que salieron a la carretera, pero parece que han vuelto a calar entre el público tanto como lo hicieron en sus primeros años de vida.

Hablar de deportivos sin mencionar a Porsche es delito, pues la marca alemana lleva desde los años 60 apostando por su 911, uno de sus buques insignia más asentados. Con los años este modelo no ha llegado a cambiar tanto, pues si comparamos sus primeras versiones con las más actuales realmente se ha producido un cambio estético con el paso del tiempo pero sigue conservando sus elementos más representativos que le dan la identidad necesaria para saber que estamos ante un verdadero 911, sea de la generación que sea.

Puede que por nombre sea más complicado recordar a uno de los muscle car más míticos de todos los tiempos, pero por aspecto es prácticamente imposible no reconocerlo. Su auge llegó en la década de los 70, momento de producción que enamoró a los amantes del motor hasta que se dejó de fabricar. Aún así, lo bueno siempre vuelve, y en 2008 se retomó su producción con un diseño diferente pero que guardaba la esencia de lo que es un Dodger Challenger llevado al siglo XXI.

Es prácticamente imposible hablar de deportivos míticos sin recordar al Jaguar E-Type, el famoso deportivo que causó furor en los años 60 y 70 y que a día de hoy sigue siendo recordado con cariño y nostalgia. El E-Type era un deportivo con todas las letras, de esos que no te importaría conducir cada día con un diseño en el que destacaba su largo capó que tenía una estética espectacular gracias a las curvas de su diseño que le daban ese toque sofisticado necesario para conducirlo con todo el glamour posible.

A mediados de los años 70 llegaba al mercado el que probablemente es uno de los grandes iconos de la marca inglesa, en parte gracias a la contribución de James Bond, quien lo condujo en alguna que otra película, añadiéndolo así al espectacular garaje del agente secreto más famoso del cine. Con un diseño robusto y agresivo no es de extrañar que este deportivo de Lotus continúe grabado en la retina de gran parte de los amantes del motor.

Ni de lejos es el mejor o más aclamado modelo de la marca italiana, pero sí es uno de esos que con solo nombrarlo nos lleva a su diseño y a ese rojo pasión que siempre recuerda a Ferrari. Sus prestaciones, su velocidad o ese diseño peculiar, con las tomas de aire en sus laterales, lo convirtieron en uno de los vehículos más aclamados de finales de los años 80 y la década de los 90. Uno de esos grandes deportivos que da igual cuanto tiempo pase porque seguirán siendo historia del asfalto.

Antes de regresar al futuro en el cine Mercedes ya había incluido esas puertas que imitaban las alas de un pájaro en su Mercedes 300 SL. Un auténtico logro si recordamos que hablamos de los años 50, convirtiéndolo en un adelantado a su tiempo y en uno de los modelos míticos de la marca también por su elegante y sofisticado diseño que lo convertía en un deportivo que cualquier persona de la época, y también de la actualidad, querría tener en su garaje.