Mucha gente cree que para que un coche sea histórico basta con que sea muy antiguo, pero eso no es exactamente así. La Dirección General de Tráfico (DGT) establece que tiene esa consideración aquel vehículo que "por su antigüedad, interés o singularidad merezca una consideración especial que proteja su carácter representativo". En la práctica, son considerados históricos aquellos vehículos de más de 30 años de edad desde su primera matriculación y que se encuentren en estado original, sin cambios en el motor, los frenos, la dirección, la suspensión o la carrocería. Si posees uno de estos coches debes saber que puedes disfrutar de varias ventajas a la hora de circular por las carreteras españolas.
La principal ventaja que tiene hoy por hoy un vehículo histórico es que está exento del cumplimiento de la normativa en materia de anticontaminación. La DGT acordó que los vehículos catalogados como históricos pueden entrar en las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), en parte debido a los pocos coches de este tipo que circulan hoy por nuestro país, de modo que no repercute mucho en la contaminación de las ciudades. Además, la gran mayoría de estos vehículos son utilizados por sus dueños de manera esporádica y no diaria.
Otro de los beneficios es poder espaciar más las visitas a las revisiones de la ITV. Cuando el vehículo tiene menos de 40 años hay que pasarla cada dos, con entre 40 y 45 años se amplía a tres, y cuando tienen más de 45 años hay que pasarla cada cuatro. Además, estos coches no están forzados a tener elementos obligatorios para la circulación hoy en día si cuando se fabricaron no los equipaban con ellos.
Otra ventaja puede ser ahorrarse el impuesto de circulación, ya que en la mayoría de los municipios están exentos del pago. También hay compañías de seguros que ofrecen pólizas reducidas para estos vehículos que, por norma general, no tienen un uso habitual.
Por otra parte, matricular un vehículo como histórico también acarrea algunos inconvenientes que hay que tener presentes. En primer lugar está la burocracia. Mientras no se modifique la norma, el proceso para tramitar la consideración de histórico es largo y costoso. De media puede suponer 600 euros.
Además, existen varias circunstancias en las que este tipo de vehículos puede sufrir restricciones para su movilidad. En primer lugar, si su sistema de alumbrado no cumple con el Reglamento General de Conducción, no podrá circular entre la puesta y la salida del sol. Si no es capaz de superar los 40 km/h, deberá transitar por el arcén o por la zona más próxima al borde exterior derecho. Y si no alcanza los 60 km/h, tendrá prohibido el acceso a las vías de alta capacidad, como son las autovías o autopistas.
Otro posible inconveniente es que, una vez catalogado como histórico, el Estado puede solicitar que se lo cedas para eventos o exposiciones.
Si tu coche tiene 30 años o ha sido calificado como de colección o interés general, lo primero que debes hacer es obtener la catalogación como vehículo histórico, algo que hay que hacer en la Comunidad Autónoma, solicitando su inspección por un Laboratorio Oficial acreditado por la misma y presentando los documentos acreditativos que se requieran.
A continuación hay que acudir a una estación ITV autorizada indicando que se trata de una inspección específica para conseguir la matrícula histórica.
Lo siguiente es pagar los impuestos asociados. Pueden ser tres distintos:
Por último, hay que realizar el pago del trámite de matriculación como vehículo histórico en la DGT. Se puede hacer de manera online o presencial. El coste es de 99,77 euros.