Arturo Pérez-Reverte responde a los negacionistas tras vacunarse: "Dicen que no volverán a leer mis libros"

Si algo ha caracterizado al escritor Arturo Pérez-Reverte (69 años) en los últimos años es su capacidad para ser impermeable ante el cada vez más común odio que se genera en las redes sociales. Al fin y al cabo, unos cuantos trolls no deben quitarle el sueño a una de las figuras literarias clave del habla hispana contemporánea. Una vez más, Reverte ha demostrado que el humor es la mejor herramienta para combatir el acoso de las redes sociales, y lo ha hecho a raíz de una polémica con la vacuna contra la COVID-19.

Como tantos otros séniors, el escritor fue inmunizado el pasado 5 de mayo en el Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda, en la ciudad de Madrid, tal y como anunció él mismo a través de Twitter. Aprovechó, al mismo tiempo, para agradecer la eficacia y rapidez del personal sanitario, así como de la organización de la campaña de vacunación, que avanza a ritmo de velocidad de crucero.

La polémica vino un día después, cuando el propio Reverte anunció que algunos de sus seguidores y lectores, aparentemente negacionistas, se molestaron por haberse inmunizado frente a la COVID-19. "Recibo mensajes de lectores, o que dicen serlo, afirmando que no volverán a leer mis libros porque me vacuné ayer. Por lo visto debía mantenerme virgen e ininyectado, o como se diga, para no ofenderlos", escribió ante la fuga de algunos de sus acólitos.

Con la sorna que le caracteriza en este tipo de situaciones, Reverte les recomendó un 'cuestionario' tipo a rellenar para la próxima dosis, que ha sido muy aplaudido por sus seguidores. En él hay cuatro apartados que pueden completarse, entre los que se encuentran '¿Qué lo ofendió?', '¿Lloró?', '¿Lo va a superar?', 'Motivos por los que se ofendió'. En cada uno de ellos hay diferentes opciones que los ofendidos pueden seleccionar.

¿Qué opina Reverte de las críticas?

Hace unos meses, el periodista y escritor presentó 'Línea de Fuego', una novela con personajes y localizaciones ficticios sobre la Guerra Civil, que narra los diez primeros días de la sangrienta batalla del Ebro, combate clave en el devenir del conflicto. Durante la presentación del libro, a la que Uppers acudió, Reverte realizó una declaración que casa a la perfección con la reacción anteriormente comentada, aunque esta vez en clave literaria: "las críticas me producen cierto retorcido placer".

Esta frase vino, precisamente, a colación de una de las preguntas de los periodistas, que quisieron saber qué opinaba sobre las previsibles críticas desde uno y otro bando. "No pretendo limar asperezas, soy un novelista que cuenta historias y que vive de ello además. No tengo misión ideológica, que el mundo lo arreglen las ONG o los políticos. La novela sé que no va a gustar ni a los unos ni a los otros, sé que voy a tener críticas y me produce cierto retorcido placer. Sería muy triste que no provoque malestar en los que usan la guerra civil ideológicamente, sus críticas me hacen extremadamente feliz".