El actor William Shatner, más conocido como el capitán Kirk en la emblemática serie galáctica 'Star Trek', ha 'vuelto' al espacio después de desempeñar durante cuatro décadas el inolvidable papel que le catapultó a la fama mundial. A sus 90 años, Shatner se ha convertido en la persona más longeva en ir al espacio, aunque no a bordo de la mítica Enterprise sino de un cohete de Blue Origin, empresa propiedad del magnate Jeff Bezos, el New Shepard. Te contamos cómo ha sido el despegue más esperado, que ha terminado suponiendo un homenaje redondo a la madurez y un guiño inolvidable a la serie con la que creció y soñó toda una generación.

A borde de una camioneta 'pick up' y ataviados con monos azules, Shatner y el resto de la tripulación (Chris Boshuizen, exingeniero de la NASA; Glen de Vries, cofundador de Medidata Solutions y Audrey Powers, gerente de Blue Origin) se han ido aproximando a través de una carretera solitaria y recta hasta el puesto de lanzamiento. Allí les esperaba la base de lanzamiento, ubicada al oeste de la ciudad de Van Horn, en el estado norteamericano de Texas.

Antes, todos se habían congregado en una zona próxima a a base para bromear y romper el hielo de uno de los días más importantes de sus vidas.

Tras llegar a la lanzadera, los miembros de la tripulación se han sacado algunas fotografías y hacia las 16:04 de la tarde hora española, han tocado la campana previa a la misión. Después de intercambiar sensaciones con Bezos, la tripulación al completo ha subido al cohete, donde han comenzado con los preparativos. A 15 minutos del lanzamiento, ha sido el propio Bezos quien ha cerrado finalmente la compuerta del cohete, en un gesto solemne que ha significado, finalmente, el inicio verdadero de la misión.

El propio Shatner se mostraba así de contento en los días previos a la misión, justo después de que la empresa anunciara su incorporación a la tripulación. "Ahora sí que puedo decir algo. Sí, es verdad, voy a ser un astronauta, bromeaba en su cuenta de Twitter.

Con despegue vertical y una cápsula de diseño contemporáneo que se ha desprendido durante el corto vuelo, la nave de Blue Origin, llegando hasta los 103 kilómetros de altitud y alcanzando una velocidad máxima de 3218 kilómetros por hora.

Al alcanzar la atura máxima, la cápsula se ha terminando separando del cuerpo de la nave y, tras mantenerse durante un tiempo determinado en gravedad 0, tanto el cohete como la cápsula (esta ha descendido perdiendo velocidad gracias a tres paracaídas) han terminado descendiendo de regreso a la tierra, donde han terminado aterrizado sin ningún tipo de problema de nuevo en la base, en un vuelo de apenas 10 minutos desde el momento del despegue.

Después de abandonar la cápsula sano y salvo, Shatner le ha explicado sus sensaciones a Bezos. "Ha sido increíble", le ha comentado, antes de relatar, visiblemente emocionado, cómo ha vivido todo el proceso. Según la conversación que ha mantenido con el magnate, una de las cosas que más le ha impresionado es la tremenda sacudida que ha dado la nave durante el despegue. También ha quedado fuertemente impactado por la alta velocidad que ha alcanzado la nave. "La experiencia más increíble que he vivido en mi vida", ha cerrado, con la voz entrecortada y algún atisbo de lágrima en sus ojos.