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Riesgos de una cena de empresa digital: olvidar de que hay gente escuchando o llevarte el teléfono al baño

  • Este año las fiestas de la empresa serán distintas y, en muchas ocasiones, en casa. Por eso es importante saber los nuevos riesgos existentes con el uso de la tecnología

Se acercan las fechas de las siempre temidas, y esperadas, cenas de empresa. Ese momento de relajación con los compañeros de trabajo donde se exacerba la amistad y el alcohol fluye por las venas con los consiguientes riesgos. Eso, al menos, era antes, en el mundo pre-pandémico, porque en este 2020 la situación va a ser totalmente distinta con todas las restricciones existentes y el teletrabajo. Analizamos cómo podrá ser una fiesta de empresa digital esta Navidad y, sobre todo, cómo no liarla con la tecnología.

Lo primero, ¿qué aplicación es mejor usar?

La explosión de las videollamadas hizo que muchas apps que habían vivido en el ostracismo tuvieran su momento. Es el caso de Zoom, que se ha convertido en la mejor opción para hacer videollamadas a muchas personas, aunque su versión gratuita limita el tiempo de cada una de ellas. Otra opción es la clásica de Skype, que permite llamadas en grupo de hasta 25 personas. Si no, también puedes probar Facebook Messenger, con un límite de hasta 50 personas, aunque todas ellas tengan que tener Facebook.

Tu casa no es el salón de fiestas

Es el primer concepto que hay que tener claro a la hora de disfrutar de este nuevo concepto de fiesta digital. ¿Puedes desfasar? Sí. Pero piensa que, probablemente, tengas vecinos a los que tu fiesta de Navidad les importe muy poco y piensen más en el ruido que estás creando a las tantas de la mañana. Ojo con este punto para evitar problemas de comunidad o, incluso, legales.

Ahora bien, que tu casa no sea el salón donde se solía hacer la fiesta de empresa o la discoteca donde ibais a bailotear, no quiere decir que no te puedas poner tus mejores galas para ello. De hecho, debes hacerlo. No deja de ser un día especial y, aunque las circunstancias también lo sean, hay que disfrutarlo.

La tecnología es traicionera

Si en una cena tradicional de empresa lo más traicionero es el alcohol, que te puede "sugerir" hacer cosas que no deberías hacer, en este caso, donde su efecto se diluye al estar en casa, lo más traicionero puede llegar a ser la propia tecnología que tendrás que utilizar para conectarte a esta fiesta tan especial.

Si no que se lo digan a las siguientes personas que, en plena primera ola de coronavirus y cuarentena, se vieron comprometidos de alguna manera por las videollamadas.

Vestirse por completo

La tentación es fuerte y, posiblemente en alguna reunión de trabajo por videollamada, lo hayas hecho. Estar en tu casa, frente a la pantalla del ordenador, solo con la ropa de la parte superior del cuerpo. En la inferior, o bien un pijama o, si arrecia el calor, la ropa interior.

Lo importante aquí es que no te pase como al ministro de Deportes de Rumanía, Ionut Stroe, cuando, en plena videollamada, se le cayó el móvil y la cámara enfocó a sus pantalones... inexistentes. Se encontraba en ¿calzoncillos? mientras realizaba la entrevista. Luego explicó que eran unos pantalones cortos remangados.

El que si iba con calzoncillos era este trabajador que se olvidó apagar la cámara antes de levantarse de la reunión que estaba manteniendo con sus compañeros, que tuvieron que avisarle después por teléfono sobre lo que estaban viendo en directo.

Apaga la cámara cuando vayas al baño

Puede resultar una nimiedad, pero para nada lo es. Si estás en la fiesta de empresa y has decidido conectarte a través de tu teléfono móvil en lugar del ordenador, ten muy presente siempre dónde has dejado el teléfono si tienes que ir al baño. No te lo lleves.

No serías el primero al que le ocurre que, en mitad de una reunión, se lleva el teléfono al excusado y retransmite también todo lo demás. Ojo con esto.

Mucho cuidado con los micrófonos abiertos

En una cena de empresa siempre se producen corrillos donde se habla sobre unos u otros, se "arregla" la empresa y se cuentan los "salseos" del año. Es el momento de hacerlo pero, en un entorno digital, los micrófonos abiertos cuando no deberían estarlo pueden causarte más que un problema, así que asegúrate de decir lo que quieres decir en el momento que lo quieres decir. Si no mira lo que le ocurrió a este estudiante que se puso a grabar un audio de WhatsApp criticando al mismo profesor que le estaba dando clase en directo.

Desactiva los filtros antes de entrar en directo... o no

Los filtros que nos aportan herramientas como Facebook Messenger o Instagram pueden ser una buena herramienta para echarse una risas con los compañeros y distender un poco el ambiente tan raro de hacer una fiesta de Navidad digital. Estos filtros pueden servir para sustituir al photocall e, incluso, por qué no, para hacer un concurso de los más digitales.

Ahora bien, si el ambiente es algo más formal, intenta desactivarlos o, al menos, no utilizarlos. Que no te pase como a este sacerdote italiano que decidió dar misa online pero se olvidó de quitar los filtros.

Cuidado con quien haya por detrás

Puede que tú estés de fiestaza online, pero el resto de tu familia no tiene por qué estarlo. Así, lo mejor es que te busques un lugar donde estés solo para estar tranquilo. Si no, te puede pasar como a este profesor, cuya pareja no se dio cuenta de la videollamada y pasó desnuda por detrás ante las miradas atónitas de los alumnos que recibían la clase

Y, como no, lo que fue el salseo de la cuarentena, el #MerlosPlace que involucró al periodista Alfonso Merlos y a Alexia Rivas, que pasó por el fondo del plano sin ropa y provocó un revuelo en el mundo del corazón.

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