Es raro el día que Elon Musk no genera una noticia. Ahora en España ha aterrizado con su servicio satelital de SpaceX, llamado Starlink, después de que haya sido aprobado por la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales. No obstante, las personas que han optado por este servicio solo tienen, por el momento, disponibilidad a una velocidad limitada de entre 100 y 200 megas por segundo, además de momentos en los que no habrá conexión hasta que amplíe el lanzamiento de satélites al espacio. Ahora bien, en España aún no se ha dado el caso, que se sepa, pero en otras zonas del planeta a las antenas de Starlink les ha salido un enemigo: los gatos.

Sí, parece ser que las antenas de Starlink no solo atraen la señal de Internet, también a los gatos. En estas pasadas semanas muchas zonas de Estados Unidos han sufrido grandes nevadas, con su correspondiente bajada de temperaturas. Ese frío ha hecho que muchos gatos acudan a las antenas de la empresa de Elon Musk por un único motivo, porque desprenden calor, así se protegen del frío.

Un usuario de Starlink se ha vuelto viral en Twitter tras lanzar un mensaje en el que relata que la señal de Internet va muy buen "hasta que los gatos descubren que el plato de la antena emite un poco de calor los días fríos", adjuntando, además, una fotografía en la que se ven hasta cinco gatos sobre la antena rodeada de nieve. Pero esto no es nuevo, ya que parece que la atracción sobre los animales lleva dándose desde hace varios meses en los que algunos usuarios han comprobado que la antena desprende calor por arriba y por debajo, por lo que ven normal que muchos animales acudan a ella en los días más fríos, no solo gatos, ya que se ha podido ver a algunas aves posarse sobre ellas.

Pese a que uno de los usuarios apelaba que cuando los animales se posan sobre la antena la señal no va del todo bien, no hay indicios de que bloquee la llegada de Internet, pero lo que sí puede provocar es que finalmente se rompa debido al peso o a malos gestos o movimientos de los animales.

El principal problema es que este tipo de antenas suele colocarse en los tejados de los hogares o en alguna pared en el exterior, pero hay usuarios que han optado por instalarlas en el suelo de, por ejemplo, su jardín, de ahí que haya sido tan sencillo que muchos gatos lo elijan como sofá en el que pasar el rato bien calentitos ante el frío invierno.

La tarifa actual en España es de 99 euros al mes, aunque también se deben abonar 499 euros por el equipo que se necesita para el correcto funcionamiento de Starlink y que el propio usuario monta en su casa. Además, a ello hay que sumar un cargo de 9 euros más por el coste de uso del espectro electromagnético de dominio público que establece la Comisión Nacional de Mercados y Competencia, por lo que al final el Starlink de Musk no es precisamente barato.

Entre el equipo que se envía para la instalación está el router para el WiFi, lo cables, la base y la antena, que ya sabes que es mejor colocarla en una zona donde los gatos y otros animales tengan complicado el acceso, o una aplicación que ayuda a encontrar la mejor localización para instalar la antena y recibir la mejor conexión.