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Duelo, drogas y una enfermedad: tres canciones de Javier Ojeda para encarar el paso del tiempo

  • El vocalista de 'Danza Invisible', uno de los iconos de los ochenta, nos habla de su nuevo disco

  • Los últimos años han estado marcados por la pérdida de su padre, una hernia y un modo diferente de abordar la música

No siempre es fácil tener éxito a los veinte. El vocalista de 'Danza invisible', Javier Ojeda, lo sabe bien. ¿Se acuerdan de aquello de 'Labios de fresa, sabor de amor Fue uno de sus hits, hoy es parte ya del imaginación colectivo. Aquella canción con aires de golpel, que salió en apenas diez minutos, empezó siendo "cursi y acabó convirtiéndose en una guía llena de dobles sentidos de cómo disfrutar a tope con el sexo oral". ¿No se habían fijado? 'Fruta del árbol de la pasión...' Ojeda nos cuenta además, a través de otras tres composiciones, cómo está siendo madurar. Y cómo se ve reflejado en su música. Por el camino, la muerte de un padre que le dejó "más tocado de lo que pensaba", un problema de salud que le dejó en jaque y más sabiduría.

"Desde que fallece mi padre y, a los 20 días, me pongo malo y me dicen que tengo una hernia discal grave de la que me tengo que operar de inmediato, me he soltado creativamente", explica Ojeda, con vitalidad renovada. "Creativamente he hecho cosas muy buenas desde ese bache, muy arrebatadas, y si siempre he sido muy desinhibido, ahora lo soy más, quiero hacer lo que quiera independientemente de lo que les guste al resto", explica el cantante, que ahora tiene 55 años.

'Apasionado', la vuelta a la vida

En el vídeo de arriba puedes verle explicando los detalles de creación de tres temas importantes de su nuevo disco de versiones. Por ejemplo 'Apasionado', el tema con inspiración optimista y fisioterapéutica que nació en la piscina de Torremolinos, cuando intentaba luchar con las señoras y señores del barrio y en bañador, contra un dolor de espalda horrible que le dejó sin poder andar. Cuando al final resultó que no tenía que operarse, cantó exultante su vuelta a la vida.

'Hambre de ti', road movie canalla

La siguiente canción de la que habla es 'Hambre de ti', una road movie canalla en la que habla de un amigo suyo, que vive en Andalucía y se enamora perdidamente de una chica en Salamanca: "una noche de farra intensa decide ir a visitarla, 'me voy a darle un beso antes de que se vaya a trabajar’, me dijo". Y cogió el coche. "Es muy killer, pero al mismo tiempo es muy tierna. Y meto insinuaciones eróticas y de sustancias", explica.

"Él dice, voy 'no me importa, la vida es corta'. Él me contó que puso el cd de los Chichos y alguna que otra cosa más para no dormirse, pero yo lo cambié por Ray Charles, que sale en las fotos siempre con una sonrisa enorme y así dejaba caer cosas", añade. "Al pobre después le fue fatal: le dejó la novia, se cayó en moto y le atacó un atún. Le dio un aletazo que le rompió la cadera. ¡Cuidado uppers que os guste la pesca!".

'Mientras estás ausente', la muerte de un padre

El tercer tema está dedicado a su padre. "Cómo explicar todo ese desgarro. 'Mientras estás ausente' es un tema tan bonito y tan jondo…", explica Ojeda, al que le afectó más de lo que pensaba esa pérdida. Basada en una antigua canción andina que escuchó por la calle (dale al play para saber detalles), él la transforma en un homenaje y un duelo.

"Empecé a estar en solitario para volver a disfrutar como de chiquitillo, no porque el disco anterior de 'Danza invisible' fuese mal, de hecho sigo tocando en los conciertos con ellos. Cargar con el equipo de sonido yo solo, física y metafóricamente, me ha venido fenomenal. Antes era el vocalista de 'Danza' y me creía lo más, no necesitaba nada, ni hablar con la gente cuando tocaba. Ahora estoy más pleno", concluye.