Cuando John Travolta rodaba 'Grease' en 1978 no sospechaba que una fan de 16 años llamada Kelly Preston se convertiría 11 años más tarde en su mujer y madre de sus tres hijos. Hollywood acompaña hoy a Travolta, desconsolado por la muerte de su esposa, también actriz, tras luchar durante dos años contra el cáncer de mama que le fue diagnosticado a los 55.

Kelly Preston habría hecho 29 años de casada con John Travolta en septiembre. Su historia con el protagonista de 'Fiebre del sábado noche' (1977) comienza en el set de rodaje de 'Los expertos', en 1989. La actriz empezó su carrera a principios de los 80 y consiguió su primer papel importante en 1985, en la comedia 'Sin vergüenza'. Actuó en más de 60 películas y series de televisión. Sus papeles más destacados fueron en ‘Jerry Maguire’ (1996), con Tom Cruise, y ‘Vaya par de gemelos’ (1988), con Danny DeVito y Arnold Schwarzenegger.

Su belleza rubia (en sus primeros tiempos) y delicada, perfecta para cualquier película del maestro Hitchcock, y su porte distinguido le hicieron destacar en un mundo marcado por las apariencias y las cirugías estéticas. Natural y, al tiempo, cosmopolita (pasó su infancia y juventud en Oriente Medio y otras partes del mundo por el trabajo de su padre), Preston fue musa de taquillazos y la novia de algunos solteros de oro de Hollywood tras su divorcio en 1987 del actor Kevin Gage.

En esos años vivió un intenso romance con George Clooney, por entonces alérgico al matrimonio, y llegó a comprometerse con Charlie Sheen, a quien abandonó por no poder seguir la carrera de excesos del actor. El encuentro con Travolta fue en su momento asunto de tabloide: actriz ascendente se enamora de una estrella al borde del ocaso mientras el público especula con su identidad sexual. La realidad, como es sabido, siempre mejora la ficción: Preston era la mejor admiradora de Danny Zuko y Travolta, en apenas tres años, logró renacer de sus cenizas gracias a Quentin Tarantino y la saga ‘Pulp Fiction’.

Kelly Preston se casó dos veces con Travolta. Una en septiembre de 1991, en París, en una ceremonia a la que llegaron en Concorde meses después de que él le regalase un imponente anillo de compromiso en una fiesta de Año Nuevo en Gstaad, localidad suiza donde en invierno recalan celebrities, aristocracia y grandes fortunas de todo el mundo.

El matrimonio tuvo que volver a casarse en Florida, cuando Francia no reconoció el primer enlace, celebrado bajo el rito de la Cienciología, a la que pertenecían ambos. Aún hoy se habla de la competencia entre John Travolta y Tom Cruise por liderar esta secta, de la que tanto Katie Holmes como Nicole Kidman, exesposas de Cruise, salieron huyendo en cuanto lograron disolver sus respectivos matrimonios.

Una vez casados, Kelly Preston y John Travolta llevaron una vida al margen de Hollywood en Florida, donde vivían la mayor parte del año y criaron a sus hijos lejos de los focos y de la vida de las estrellas de Hollywood. Preston, de hecho, decidió reducir su actividad profesional para centrarse en su familia. Y tenía una buena razón para hacerlo: Jett Travolta.

Jett, llamado así por la pasión de Travolta hacia los aviones (de hecho, es un consumado piloto), fue el primer hijo de Kelly Preston y John Travolta. Nació con autismo y síndrome de Kawasaki, una enfermedad caracterizada por la inflamación de los vasos sanguíneos. Jett murió durante unas vacaciones en Las Bahamas a los 16 años a consecuencia de unas convulsiones que derivaron en infarto de miocardio. Además de la tragedia de la pérdida, el matrimonio también tuvo que superar las habladurías publicadas, que hablaban de que Travolta intentó resucitar a su hijo siguiendo el rito de la Cienciología en la ambulancia que les conducía al hospital.

Sea como fuere, nada pudo hacerse por la vida de Jett. Preston tuvo con Travolta dos hijos más: Ella, que hoy tiene 20 y ha seguido los pasos de sus padres, y Benjamin, de nueve años. John Travolta acaba de anunciar que se retira un tiempo de la vida pública para atender a los suyos. Quizá vuelva al cine en algún momento. Su último papel fue precisamente junto Kelly Preston en 'Gotti', película sobre el mafioso John Gotti en la que ambos encarnaban al matrimonio protagonista. Rodar esa película fue una manera de demostrarse que habían superado la muerte de su hijo. Eso fue hace dos años, poco antes de que la enfermedad volviera a golpear a una familia que parecía volver a tenerlo todo.