Este es un verano singular. Los meses de confinamiento han cambiado todo el panorama, pero lo que no ha cambiado es el poder del mar en la mente humana. Miles de españoles estarán más tiempo en casa, pero te proponemos algún viaje que otro a través de la lectura. El mar, las olas, los brindis al sol y la playa son tuyas con estos clásicos de hoy y de siempre. Tanto si eres de los más aventureros como de los que busca la calma, tenemos lectura para ti. Bon voyage!

El mundo está lleno de lugares increíbles. Muchas veces no hace falta irse muy lejos para descubrir lugares excepcionales en los que pasar un tiempo retirado de la ciudad. Una cala recóndita, un café escondido entre la sombra de dos olivos o una montaña desierta en la que visitar monasterios de siglos pasados puede darte la paz que buscas en tus vacaciones.

Este libro de Alberto Savinio es una visión hermosa, detallada e incluso mística de una de las islas con más encanto e historia de Italia. A través de los paseos de Savinio, en los que sigue la estela del emperador Octavio César Augusto, el libro te ofrece la posibilidad de generar todo un imaginario que seguro que no defraudará cuando la visites. Pequeños montes, mosaicos y calles estrechas son descritas con un estilo que abduce. Como dice el autor, “en esta isla entre leyenda y claridad no es posible establecer distinciones claras”.

A veces, perderse es la única forma de encontrarse. La vida en la ciudad es mecánica, homogénea, rutinaria; es normal que alguna vez se te haya pasado por la cabeza la idea de subir a un barco y dejar que la corriente te lleve donde mande el mar. Si eres de los que no necesita grandes equipajes ni planificaciones con antelación, sino que busca la espontaneidad y lo desconocido, este es tu libro.

Robinson Crusoe, la obra culmen de Daniel Defoe, explica la vida de un marinero que alcanza una isla desierta tras naufragar el barco en el que viajaba junto al resto de la tripulación. Es un libro sereno, que descubre cada milímetro de la isla en la que Crusoe se ve abocado a sobrevivir. La inquietud de la soledad se palpa en las líneas, aunque no hay margen para la resignación, sino para la aceptación. Una novela en la que el mar pasa a un segundo plano en favor de la supervivencia, pero que sigue siendo protagonista.

Las aventuras nos mantienen vivos. Lo inhóspito, lo difícil, lo que genera el gusanillo en el estómago es a menudo aquello que nos hace vibrar. Practicar un deporte de riesgo, encontrar el camino de vuelta por ti mismo, buscar una playa escondida entre dos montañas… Todo ello genera la adrenalina que necesitamos para huir de lo común y conocer una parte de nosotros que quizá no sale siempre.

La Isla del Tesoro, de Robert Louis Stevenson, es un libro perfecto para los que en su tiempo vacacional buscan emociones fuertes. Una historia audaz, loca, divertida y apabullante, de un joven que encuentra el mapa de un tesoro y logra persuadir a sus contactos para que le consigan una tripulación con la que encontrar el tesoro. Un libro con el que estar despierto y sacar de dentro el espíritu de un aventurero que este verano deberá quedarse en casa.

Vivir el tiempo de descanso en un barco en medio del mar es una forma perfecta de desconectar del bullicio urbano. Aunque estas vacaciones no puedas alquilar un barco y pasar con tu familia o amigos un buen ‘retiro marítimo temporal’, este libro de Joseph Conrad puede servirte para conocer más a fondo la vida de un marinero en alta mar.

‘El espejo del mar’ es un conjunto de ensayos sobre la vida marítima de Conrad. Tanto en su primera etapa como marinero en Francia como en su vida posterior como marino mercante en Inglaterra, el autor narra las peripecias e historias de su paso por las cubiertas, además de explicar con destreza algunos acontecimientos históricos de la época. Traducido por el mismísimo Javier Marías, es una obra clave para entender la vida del autor. Evoca más que narra.