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Muere el poeta Joan Margarit a los 82 años: cinco poemas para recordar su talento

  • El poeta y arquitecto catalán ha fallecido en su casa de San Just Desvern, Barcelona, a consecuencia de una enfermedad diagnosticada el año pasado

  • Fue galardonado con distintos premios, entre ellos el Miguel de Cervantes en el año 2019

  • Tuvo que hacer frente a la muerte de su hija Joana, afectada por el síndrome de Rubinstein-Taybe

Un día triste para la cultura y, en especial, la poesía. El poeta y arquitecto catalán Joan Margarit ha fallecido a los 82 años de edad en su casa de San Just Desvern, Barcelona, a consecuencia de una enfermedad diagnosticada el año pasado, según ha informado su familia.

Hijo de arquitecto y profesora, nació en Sanaüja, Lleida, en 1938. Estudió arquitectura en Barcelona y siempre estuvo interesado en la literatura y la poesía. Se catalogaba a sí mismo como 'poeta bilingüe'. Su obra le valió galardones como el Premio Nacional de Literatura de la Generalitat de Catalunya, el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana y, especialmente, el Premio Miguel de Cervantes en el año 2019.

Para escribir poesía, decía, era necesaria "una cierta franqueza, una cierta despreocupación". Defendía la vida como columna vertebral del género. En sus propias palabras, la osadía del escritor debía combinarse con la correspondiente humildad. "Hay que ser osado a la hora de escribir el poema y humilde antes y después de escribirlo", señaló en el epílogo de 'Casa de Misericordia' (2007)

Tuvo que hacer frente a la muerte temprana de su hija Joana, afectada por el síndrome de Rubinstein-Taybe, una deficiencia física y psíquica que implicaba probemas motores. Le dedicó un libro en 2002 que se titula con el mismo nombre, en el que, en algunas ocasiones, habla desde su perspectiva.

En su última etapa literaria habló sin tapujos sobre la vejez. En el citado epílogo, escribe: "prefiero el tiempo que he pasado haciendo. Es una de las cosas más gratificantes de la senectud: ya no hay que planificar, solo un poco a corto plazo, nada a largo plazo". "Otro aspecto gratificante de esta etapa es que uno dispone de una visión panorámica sobre la propia vida que permite explicarse por qué las decisiones fueron las que uno tomó en cada momento, es decir, liberarse de los propios fracasos".

Aunque Margarit se ha ido para siempre, su voz ha quedado registrada a través de su página web. Se le puede escuchar recitando algunos poemas de los libros que publicó. Son una selección de aquellos fragmentos que guardó con más cariño y que quiso dejar grabadospara que perdurasen en el tiempo. Entrando en su página oficial, podemos seleccionar la obra que queramos y, dentro, se abre un desplegable con varios de los poemas escogidos.

Cinco poemas para recordarle

Último paseo (Joana, 2002)

'Ya no comía, me caía el pelo

todo el día tenía los ojos cerrados.

Pero, de madrugada, estaba en el balcón

y alguien entre los árboles de la calle me hablaba

con una voz parecida a la voz de mi madre

que dormía en la cama a mi lado.

De repente dejé de estar cansada

y bajé a la calle sin las muletas.

Nunca había podido caminar así,

sentí que me volvía la alegría:

la enfermedad era una piel sudada

que ahora me dejaba caer en la calle.

No me había sentido nunca tan liger.

Miré detrás hacia mi balcón,

la barandilla como una partitura

y dije adiós a papá y a mamá

La vida me eligió por su amor

La muerte, también.'

El malecón (Casa de misericordia,2007)

'Un hombre en pie delante de la dársena.

Después del temporal, asumidas las pérdidas

y amarrados los grandes y erráticos dolores,

el puerto es el mejor lugar para esperar.

El puerto es como él: en su interior,

enormes, reposados, mar y barcos'

Profesor Bonaventura Bassegoda (Joana, 2002)

'Lo recuerdo alto y gordo,

procaz, sentimental: entonces usted

era una autoridad en Fundamentos Profundos.

Siempre comenzaba nuestra clase

diciendo: Señores, buenos días. Hoy

hace tantos años, y tantos meses, y tantos días

que murió mi hija.

Y solía secarse alguna lágrima.

Teníamos unos veinte años,

pero aquel hombretón que usted era

llorando en aquella clase

nunca nos hice sonreír.

¿Cuánto hace que usted no cuenta el tiempo?

He pensado en usted y en todos nosotros

ahora que soy una sombra amarga suya,

porque mi hija,

hace dos meses, tres días y seis horas

que tiene en la muerte el fundamento profundo'

El huérfano (Casa de misericordia, 2007)

'Perdida ella y él perdido. Queda

lo que había detrás de la ternura:

la sombra tras las alas del ángel de la guarda.

Fueron días vulgares, calurosos,

sucios de lágrimas que iban cayendo

igual que goterones en el polvo.

Sin ningún ángel de la guarda, pues.

Perdida ella y él también perdido.

Huérfano de su hija en el hospicio

con los cristales rotos del final de la vida.'

La libertad (Els primers freds, 1975-1995)

'La libertad es la razón de vivir,

decíamos, soñadores, de estudiantes.

Es la razón de los viejos, matizamos ahora,

su única esperanza escéptica.

La libertad es un extraño viaje .

Comenzó en las plazas

de toros con sillas en la arena

en las primeras elecciones.

Es el peligro, de madrugada, en el metro,

son los diarios al final del día.

La libertad es hacer el amor en los parques.

La libertad es cuando empieza el alba

en un día de huelga general.

Es morir libre. Son las guerras médicas.

Las palabras República y Civil.

Un rey saliendo en tren hacia el exilio.

La libertad es una librería.

Ir indocumentado.

Las canciones prohibidas.

Una forma de amor, la libertad'.