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Vida nómada en la jubilación: el fenómeno en alza que denuncia 'Nomadland'

  • El largometraje ha conseguido tres Oscar: Mejor Película, Mejor Director y Mejor Actriz

  • La película de Chloé Zhao que protagoniza Frances McDormand pone en evidencia la realidad a la que se enfrentan muchas personas que llegan a la jubilación de manera precaria

  • Carretera, viviendas móviles y trabajos temporales, su realidad expone el abandono institucional tras la crisis económica

Nomadland es la película de 2021 y tiene sentido que lo sea, aunque en ella no haya virus ni mascarillas y los hechos sucedan en 2011. La película que protagoniza y coproduce Frances McDornand, y dirige Chloé Zhao, ha ganado tres Oscar a Mejor Película, Mejor Director y Mejor Actriz (aquí puedes ver la lista completa de premios), y retrata la vida en la carretera de varios estadounidenses en edad de jubilación que, bien por cuestiones personales, bien por precariedad económica derivada de la crisis económica de 2008 en Estados Unidos, han hecho de la vida nómada su forma de supervivencia. La historia está basada en el libro 'País nómada: supervivientes del S.XXI' (Capitán Swing), de la periodista Jessica Bruder, que cuenta los casos reales de muchos de estos trabajadores eventuales que aparecen en la película, en la que interpretan su propia historia.

En tiempos en los que las etiquetas en redes sociales muestran ese lado idílico de la vida nómada en la carretera -#vanlife (vida de furgoneta) y sucedáneos-, y tras un confinamiento que ha desatado las ansias de libertad de muchos, el fenómeno romantizado de la vida en movimiento acelera su éxito de los últimos años. Por ejemplo, en España las ventas del sector del caravaning han crecido progresivamente desde 2013. Las matriculaciones de autocaravanas aumentaron un 19,2% en 2019 respecto a 2018; 31% si hablamos de caravanas. Y en el caso de las furgonetas camper, estas asciende a una media de 180 mensuales, según datos de la Asociación Española de la Industria y Comercio del Caravaning.

En Estados Unidos el fenómeno ya estaba más extendido. Como contaba la propia directora del filme, Chloé Zhao, a S Moda en una entrevista con Irene Crespo, allí hay una tradición arraigada al respecto: "Los americanos llevan años lanzándose a la carretera, uno de los sueños más recurrentes es el de ahorrar dinero para, al jubilarse, comprarse una caravana y cruzar el país. Culturalmente esto siempre ha estado ahí". Pero no es oro todo lo que reluce tras esos datos, y eso es precisamente lo que exponen tanto el libro como la cinta que ha arrasado en la temporada de premios -además de los Oscar, se llevó el Globo de Oro a Mejor Película Dramática y Mejor Dirección-.

Nómadas en edad de jubilación: ¿elección o necesidad?

Tras la muerte de su marido y el cierre de la mina que daba trabajo a la ciudad en la que vivían, Empire, la ciudad se convierte en un no lugar -eso ocurrió de verdad- y Fern, que es la protagonista -en cuya interpretación McDormand reconoce que hay gran parte de sí misma-, emprende un viaje de no retorno tejiendo su nueva vida. Un ADN nómada que parece que estaba en ella aún por estrenar pero que está cargado de dificultades añadidas.

En el camino, Fern se cruza con otros tantos ciudadanos de la carretera con los que coincide en los diferentes tipos de trabajos temporales con los que sobrevive desplazándose a lo largo del interior estadounidense. Y también en las noches tras las jornadas de trabajo, cuando se reúnen y comparten tiempo, historias y compañía. Nómadas reales que en la película se interpretan a sí mismos.

Su historia se labra así sobre el telón de fondo de una realidad precaria. En una sociedad en la que la pensión de jubilación depende directamente de las ganancias de una vida atravesada por una fuerte crisis económica, muchos de estos nómadas no representan precisamente el sueño de la jubilación dorada recorriendo el país en autocaravana, sino la supervivencia pura y dura. Algunos, como se refleja en el libro y en la película, han perdido su casa, sus ahorros o cuentan con una pensión ínfima que tienen que complementar explotando sus cuerpos, que sufren los achaques, en todo tipo de trabajos temporales.

Fue precisamente esto lo que llamó la atención de la escritora, Bruder, al contar la historia. La figura de los workampers, trabajadores temporales que se desplazan de miniempleo en miniempleo viviendo en sus automóviles, y la gran cantidad de personas en edad de jubilación que hay entre ellos. "De repente, se ven forzados a encontrar otra forma de vivir, son gente con muchos recursos y que trabaja muy duro, lo mismo en el campo que en los grandes centro de Amazon", explicaba Zhao en la entrevista citada.

¿Por qué esta historia conecta con la realidad de muchas personas mayores?

Aunque la realidad de la vida nómada en España nos pilla más lejana y en otras circunstancias, la historia de estos nómadas que han quedado en los arcenes del sistema conecta con otro aspecto que sí es latente y que además la pandemia ha puesto en especial evidencia: el abanono institucional a las personas mayores.

Si en los peores momentos de la crisis sanitaria por coronavirus vimos el olvido y el segundo plano en el que se puso a las personas institucionalizadas o los mayores que necesitaban ingreso hospitalario, olvidados en las agendas políticas e incluso en sus discursos. 'Nomaland' evidencia también esa mentalidad: si no produces, ¿quién te sujeta?

Frances McDorman, la antiestrella que protagoniza 'Nomadland'

'Nomadland', la película de Chloé Zhao, hace historia en los Oscar de la pandemia