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Silvia Abril, la superheroína que surgió de los Goya para romper el techo de cristal

  • En la España de 2020 las actrices dejan de ser visibles a los 40 y las profesionales, más formadas que los hombres, cobran menos que ellos. Si aquí no hay trabajo para una superheroína, que venga Dios y lo vea

Ese momento en el que te pones a guionizar la gala de los premios Goya y surgen tantos temas que no sabes por dónde empezar. Y tienes que deshacerte de unos porque te tiran de la sisa, otros porque no te llegan al alma, alguno porque te estalla en la cabeza… Y llega el tema, el que no puedes pasar por alto, aunque sabes que los haters estén salivando al otro lado, aunque no sea un tema precisamente nuevo.

Silvia Abril debió sentirse un poco así pensando en los sketches de la última gala de los Goya (26% de cuota y 3,6 millones de espectadores, el segundo mejor resultado de la década). Mujeres, empoderamiento, actrices, edad. Pensemos en un mono violeta (sí, violeta) y amarillo-mostaza (sí, amarillo-mostaza) y ahí lo tenemos: la superheroína Silvia Abril con superpoderes. El mejor: la sátira; el peor: la invisibilidad.

No solo en España

"¡Estáis flipando, eh! Soy actriz en España. Desde que cumplí los 40 años soy invisible". Silvia Abril vendió como los orígenes de una superheroína la historia del techo de cristal de las actrices españolas. En dos minutos de coreografía caleidoscópica habló sobre cómo las mujeres mayores de 40 años se vuelven invisibles, de cómo se utiliza a sus parejas como referentes vitales y profesionales, sobre cómo se sigue hablando de su físico como valor principal y sobre el enorme techo de cristal con el que todavía hoy se continúan encontrando las mujeres.

En las películas más vistas de 2019 las mujeres fueron o malvadas o madres

El caso de España no es único. De las 20 películas más vistas en 2019 solo una (‘Maléfica. Maestra del Mal’) está protagonizada por una mujer mayor de 40 años: Angelina Jolie (y fijémonos en lo negativo del título, aunque la cinta termine superando los estereotipos del bien y el mal). En España, la única que se cuela entre las más taquilleras con protagonistas femeninas adultas es, una vez más, ‘Dolor y Gloria’ con una Penélope Cruz espléndida a sus 44 años y una Julieta Serrano sublime interpretando a la madre sabia y lúcida de Salvador Mallo, alter ego de Pedro Almodóvar.

Las otras películas más vista en 2019 tiran de superhéroes Marvel, hombres araña, princesas heladas (qué oportunidad perdida en ‘Frozen’), comedias o acción. Respecto a las mujeres, al margen de compañeras de los protagonistas, fueron o malvadas o madres: una pobre y previsible dualidad.

No solo en el cine

Hace tan solo unos días la presidenta de una gran empresa que prefiere permanecer en el anonimato comentaba que en una de sus últimas reuniones tuvo que cederle su puesto a un hombre, inferior en el escalafón, porque el consejero delegado de otra gran empresa no la reconocía como interlocutor. La directiva señalaba que no lo habían expresado explícitamente, pero que bastaban “unas cuantas señales” para saber que querían otro representante.

La igualdad en los puestos directivos se ha quedado estancada en España. La presencia de la mujer en los altos cargos se ha ido recuperando últimamente hasta alcanzar ya el 16,2%, según un informe elaborado por ICSA Grupo y EADA Business School. No obstante, todavía está lejos del 20% que llegó a representar antes de la crisis.

A partir de 2016, la brecha salarial se suaviza, pero evoluciona de manera insuficiente

Tampoco se ha mejorado en sueldos. La recuperación económica, con crecimientos del PIB en torno al 3% durante los últimos años, no ha reducido la brecha salarial, que se sitúa en el 16% en los cargos directivos, en el 11,3% en los medios y en el 12,4% en los puestos más bajos. En cifras absolutas, la retribución media anual de un directivo en 2019 fue de 82.763 euros brutos, mientras que el sueldo medio de una mujer en con el mismo cargo fue de 71.271 euros al año.

La reducción tanto de la presencia femenina en cargos ejecutivos como en el aumento de la brecha salarial entre hombres y mujeres se debe fundamentalmente a la crisis económica. A partir de 2016, la tendencia se suaviza, pero evoluciona de manera “insuficiente” como advierte el estudio.

No solo en las grandes empresas

"Condiciones adversas...a mi bah", dice Silvia Abril. Vistos los datos, a la superheroína se le amontonan las misiones. Al techo de cristal se suma 'cimentar' la brecha salarial, algo en el que el cine tampoco es ajeno. La brecha de género entre los actores y actrices de Hollywood ahí sigue. El último ránking de la revista ‘Forbes’ (junio 2019) revela que las actrices cobran 230 millones de dólares menos que los actores. En el top masculino, el actor estadounidense Dwayne Johnson, conocido como La Roca, es el mejor pagado de Hollywood con 89,4 millones de dólares, por delante de Chris Hemsworth (76,4 millones) y Robert Downey Jr. (66 millones).

El ranking de actrices lo lidera Scarlett Johansson, pero su caché está muy por debajo de lo que cobra La Roca: 56 millones, más de 30 de diferencia. A Johansson le siguen Sofía Vergara (44,1 millones de dólares) y Reese Witherspoon (con 35 millones), todas muy por debajo de los actores que ocupan sus mismos puestos en el top de Forbes.

El total de los diez actores más pagados suma 544,8 millones de dólares muy por encima del total que suman las otras diez compañeras de profesión con un mayor caché en la industria cinematográfica: 314,6 millones.

Techos que no se rompen, brechas que se abren y siguen creciendo. Según datos de la EPA, en 2019 había en España cerca de 8,9 millones de mujeres trabajando. Su nivel de formación es superior a los hombres, pero cobran una media de cinco euros menos a la hora. Super Silvia va a necesitar más superpoderes y, sobre todo, aliados. ¿Alguien tiene el WhatsApp de ‘Maléfica’?

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