Es uno de los planes más navideños que existen. Dar una vuelta por los mercadillos que ocupan las principales plazas de las ciudades. ¿Qué sería de nosotros sin las figuritas del belén que se encuentran en ellos o sin las castañas asadas que desprenden ese aroma tan inconfundible? Lo recorras solo o en familia, la duda de este año es si estarán o no. Todo lo que rodea a la Navidad es una incógnita: la cabalgata, las cenas en familia, las tradicionales fiestas… Las autoridades ya están advirtiendo de que debemos mentalizarnos de que este año todo será diferente para evitar repuntes de casos, pero ¿hasta qué punto? Te contamos lo que sabemos hasta ahora de los mercados navideños en nuestro país y qué medidas se conocen ya de nuestros vecinos europeos.

Los ayuntamientos, por el momento, no se han querido mojar demasiado. La evolución del coronavirus es, por el momento, imparable y es difícil aventurarse a cómo estarán las cosas a principios de diciembre, cuando estos tradicionales puestos abren sus puertas. De ocurrir, las medidas deberán ser rigurosas y el control de aforos fundamental, como ya ocurre en las tiendas.

En la capital, salvo que la situación sanitaria sea extremadamente preocupante, el consistorio ha anunciado su voluntad de que se mantengan las actividades como las exposiciones de belenes, algunos conciertos o la instalación de pistas de hielo. Respecto al mercado de la Plaza Mayor, también abrirá sus puertas este año pero lo hará de forma reducida. Habrá un total de 56 casetas dentro de un recinto acotado para controlar bien el aforo y vigilar que se respeten las medidas higiénico-sanitarias. Abrirá sus puertas el 27 de noviembre, de 10.30 a 21 o 22h, dependiendo de si es día de diario o fin de semana.

En San Sebastián, en cambio, ya se conoce hasta la fecha en la que el mercadillo abrirá sus puertas. Será el próximo 28 de noviembre y seguirá un protocolo de seguridad para que el público pueda visitarlo con total seguridad: será un circuito cerrado, de un solo sentido y habrá un exhaustivo conteo de personas que determinará el aforo.

En Vigo, una de las ciudades con mayor despliegue en la época navideña y la primera en elaborar un plan para conseguir unas fiestas sin aglomeraciones. Además de una aplicación, en la que podrás ver cuánta gente hay en cada calle y así evitar zonas conflictivas, su mercadillo contará con 50 casetas con artículos navideños y 10 carritos de comida. Estará perimetrado, y el acceso y salida controlado para que el aforo no se sobrepase. Además, contará con dispensadores de gel hidroalcohólico y señales que indiquen los recorridos y distancias de seguridad.

En Barcelona, La Fira de Santa Llúcia, el mercado de Navidad más antiguo de la ciudad, se celebrará del 27 de noviembre al 23 de diciembre. Desde la organización se ha establecido un protocolo de seguridad. El recinto estará vallado y se habilitarán tres entradas y tres salidas para mantener la distancia. Además, los puestos de los artesanos, que contarán con gel hidroalcohólico, estarán más separados, se pasará de 280 (del año pasado) a 133.

Sin embargo, otras han decidido suspender el mercado navideño debido a la crisis sanitaria provocada por la pandemia del coronavirus. Es el caso de Córdoba que este año no contará con los puestos de la Plaza de las Tendillas. Se espera que en las próximas semanas, los ayuntamientos de todas las ciudades de España vayan tomando decisiones sobre las actividades que se podrán celebrar en Navidad, si la situación sanitaria lo permite.

La tradición de los mercadillos navideños va más allá de nuestras fronteras. Tienen una importancia enorme sobre todo en el norte de Europa donde prácticamente todas las ciudades disponen de varios, cada uno especializado en un tema: comida, artesanía, juegos… Tal es su importancia que las autoridades no van a prescindir de ellos, eso sí, contarán con medidas de seguridad extremas y los extranjeros serán o no bienvenidos en función del país.

En Zagreb, su mercadillo ‘Adviento en Zagreb’, elegido como 'Mejor mercado navideño de Europa' tres años consecutivos, abrirá sus puertas el 27 de noviembre. Contará con dispensadores de gel, se desinfectarán atracciones, los vendedores llevarán unas mascarillas especiales y también con una mampara que los separe de los clientes. Los españoles pueden entrar si presentan una prueba covid negativa y cumplimenten un formulario a la llegada.

Esta misma prueba también se la solicitan a los extranjeros que llegan a Madeira, Portugal, a disfrutar de su Mercadillo del Funchal, también en cualquiera de los que se celebran en Alemania, como el de la ciudad de Dresde, famoso por ser el más antiguo del país y contar con el Cascanueces más alto del mundo.

En Bratislava, por ejemplo, aunque el mercado se celebrará desde el 23 de noviembre hasta el 23 de diciembre, la entrada a los españoles está vetada por ser considerado un país de ‘alto riesgo’ desde el punto de vista epidemiológico. Lo mismo ocurre en Austria y en La República Checa, que celebrarán sus mercadillos sin turistas españoles este año.