Miles y miles de trabajadores siguen actualmente, después de la declaración del Estado de Alarma en marzo, en ERTE (Expediente de Regulación de Empleo Temporal). Con este mecanismo se intentan salvaguardar miles de puestos de trabajo en España durante la pandemia. Aún así, el uso de esta herramienta no ha tenido los frutos que se esperaba en todo momento, ya que ha habido retrasos o impagos de las prestaciones por estar acogido a un ERTE por parte del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), quien también es cierto que se ha visto totalmente desbordado por la gran cantidad de solicitudes de empresas que se han presentado para acogerse al mecanismo.

Lo primero que hay que saber es que es la propia empresa la encargada de solicitar el ERTE, justificando tal solicitud y detallando qué trabajadores se ven afectados con la documentación correspondiente, enviando todo ello al SEPE. Así mismo, la empresa también es la encargada de comunicar el ERTE a su personal, mientras que una inspección estudia cada caso, aprobando o no el ERTE en la empresa.

Durante todo este tiempo se han denunciado impagos o retrasos en los cobros de las prestaciones por ERTE, una situación que el mismo SEPE ha clarificado al afirmar que el volumen de solicitudes era tal que era imposible gestionar todas a tiempo, de ahí que en un principio se demorasen tanto muchos pagos o la aceptación de la solicitud de ERTE. Antes de nada hay que comprobar que tu ERTE está aprobado, para ello se debe acceder a la web del SEPE e introduciendo tus datos se te informará de la situación en la que se encuentra. En caso de estar aprobado, aparecerá si está pendiente de cobro y en qué fecha se abonará.

El problema en muchos casos es que no se abona el pago en las fechas indicadas, produciéndose no solo quejas por parte de los trabajadores, también cierta preocupación al no obtener ingresos. Ahora mismo existen varias formas para reclamar al SEPE tu prestación.

La primera de ellas es por teléfono, en el 900 812 400, número gratuito que tiene horario de lunes a viernes entre las 08:00 y las 20:00, aunque esta opción suele estar bastante colapsada. Por eso mismo el método más recurrente está siendo la reclamación, que se puede hacer de forma telemática o presencial, siempre con cita previa. Para hacerlo telemáticamente es necesario contar con DNI electrónico o con el certificado digital. Esta reclamación puede hacerse en un plazo de 30 días desde que se notificó la resolución de la prestación. El SEPE cuenta con 45 día para contestar la reclamación y si transcurre el tiempo y no se recibe respuesta se entiende que ha sido desestimada por silencio administrativo.

Si sigues sin cobrar y sin respuesta o solución alguna por parte del SEPE sobre tu prestación por ERTE queda una última vía de actuación: reclamar el pago en el Juzgado de los Social en un plazo de 30 días después de que se sobreentienda que la reclamación fue desestimada tras el silencio administrativo.

Por fortuna ya son pocos los ERTE que siguen en impago, pues en los últimos meses, gracias a la descongestión generada por la apertura económica y la salida del ERTE de miles de trabajadores, las gestiones se han agilizado, aunque todavía hay casos en los que no se ha llegado a cobrar la prestación. A pesar de ser procesos tediosos en los que los plazos son muy justos, reclamar es indispensable para conseguir cobrar la prestación por el ERTE en el que se encuentra el trabajador.