A todos nos gustaría vivir en una casa en la que no tengamos que preocuparnos por la falta de espacio, pero, desgraciadamente, no siempre podemos permitírnoslo. Solo hace falta echar un vistazo al mercado inmobiliario. En los últimos años, el precio de los alquileres en España ha subido como la espuma, hasta el punto en el que debemos dedicar más de un tercio de nuestro salario al pago de la renta en al menos ocho ciudades de nuestro país.

Si bien es cierto que la pandemia del coronavirus ha provocado un pequeño retroceso en el precio de la vivienda, no podemos olvidar que en esta época de crisis son muchos los españoles que tienen el salario congelado, están en ERTE o, sencillamente, en paro. Los alquileres bajan, pero siguen llevándose la mayor parte de nuestros ingresos, haciendo que en buena parte del país sea muy complicado encontrar una vivienda que se ajuste a nuestras necesidades.

Como consecuencia, son muchos los españoles que acaban viviendo en casas y pisos de tamaño muy reducido en los que tienen que hacer todo tipo de virguerías para encajar todos sus muebles y vivir cómodamente. Este problema suele aparecer en los dormitorios, donde con frecuencia la cama y el armario acaban comiéndose buena parte de la habitación, pero, por suerte, existe una solución que nos permitirá ganar espacio y movernos con facilidad: las camas abatibles.

Para que nos hagamos una idea, una cama abatible, o plegable, es aquella que está integrada dentro de un mueble en el que pueden ocultarse mientras no las estamos usando gracias a un mecanismo que permite que se abran y pliegan sin esfuerzo.

Según su forma de abrirse, podemos separarlas en dos tipos: las horizontales, en las que el eje de apertura se encuentra en el lateral más largo de la cama, y las verticales, donde el eje de apertura se sitúa en el lado más corto, por lo que pueden adaptarse a prácticamente cualquier tipo de habitación.

Estas camas pueden ser tanto de matrimonio como individuales. Además, existen modelos que, al plegarse, pueden transformarse en estanterías y armarios con los que podremos disfrutar de un espacio extra de almacenaje, y otros que llevan incorporados sofás, mesas o incluso literas.

Gracias a esta variedad, podemos colocarlas tanto en los dormitorios, ya sea de los niños o de los adultos, como en un estudio o salón, donde podrán permanecer ocultas hasta que tengamos invitados y las necesitemos.

Con el paso de los años, las camas abatibles han ido evolucionando su diseño para ofrecernos un mayor descanso y seguridad. Si antes este tipo de muebles eran voluminosos, incómodos y pequeños, ahora estas camas ofrecen las mismas prestaciones que las normales para que podamos disfrutar de un sueño seguro y reparador.

Este tipo de camas están disponibles en varios colores y acabados y pueden incorporar colchones de distintas dimensiones y grosores, lo que les permite adaptarse a nuestras necesidades. Además, ahora admiten dos nuevos tipos de apertura, además de la manual: la semiautomática, en la que el mecanismo está regulado con pistones de gas o muelles, y la motorizada, que utiliza un mecanismo electrónico para abrirse.

Para incrementar la seguridad, las camas abatibles están dotadas con varios mecanismos de protección, como un sistema de regulación para los suelos que tienen desniveles, un botón de seguridad que impide que se cierren de forma accidental o una escotadura que asegura que se queden perfectamente ancladas a la pared.

Gracias a esto, pueden garantizarnos la seguridad necesaria para que disfrutemos correctamente de ellas, sin miedo a caídas o cierres imprevistos, así que, si estás pensando en alternativas para aprovechar mejor el espacio de tu vivienda, no las descartes. Tal vez una cama abatible es lo que necesitas para que tu habitación parezca otra.