Una buena crema hidratante debe mantener la piel suave y flexible, evitando que se seque y se vuelva quebradiza. Para alcanzar estos objetivos debe tener una serie de ingredientes básicos. Desgraciadamente no todas las cremas hidratantes tienen estos componentes y el resultado de su aplicación es un desastre. Por ello en el artículo de hoy les daré las claves científicas para comprar una crema hidratante efectiva.

La epidermis es la capa más superficial de la piel y está formada por distintos componentes que la mantienen lisa, flexible y suave. Entre ellos destacan el estrato córneo, el factor de hidratación natural, el manto hidrolipídico, los lípidos cementantes y algunas vitaminas liposolubles. El principal objetivo de las cremas hidratantes es favorecer el trasiego de agua entre estos componentes y mantener la función barrera. Para ello deben presentar en su composición los siguientes ingredientes. Comprueben que en la etiqueta de su crema hidratante no falte ninguno.

En primer lugar tenemos los emolientes, compuestos con capacidad para reblandecer el contenido graso de las capas superficiales de la dermis. Entre ellos destacan la glicerina, la vaselina, distintos tipos de siliconas y aceites vegetales como los de almendra, oliva, etc.

En su crema hidratante tampoco deben faltar los humectantes. Se trata de sustancias que que ayudan al estrato córneo a captar agua del exterior, además de mejorar la barrera de lípidos de la piel. Los principales humectantes son la urea, el ácido láctico, el glicerol y los alfa hidroxiácidos.

También es crucial que en su crema hidratante haya oclusivos, unas sustancias cuya misión es impedir que se evapore el agua de la epidermis. Los oclusivos más destacados son la vaselina, la lanolina u otros derivados de la silicona.

Finalmente es importante que contengan en su composición algún compuesto con alta capacidad antioxidante. Buenos ejemplos son la vitamina E y la vitamina A.

Toquemos ahora un tema polémico. Muchas cremas hidratantes poseen en su composición uso compuestos que no tienen buena fama. Me refiero a los famosos parabenos que tanto miedo crean entre los consumidores. ¿Qué son los parabenos? ¿Cuál es su función? Veamos. La gran mayoría de cosméticos necesitan que en su composición haya agentes conservantes que impidan la propagación de pseudomonas, bacterias fecales y todo tipo de agentes infecciosos. Esta necesidad es debida a que los cosméticos son productos ricos en agua, carbohidratos, aceites, minerales, proteínas y otros muchos nutrientes. Esto los convierte en un caldo de cultivo perfecto para que sean contaminados por microorganismos, mohos, levaduras, etc. Pues bien, los parabenos son los agentes conservantes más empleados en el mundo de la cosmética.

A pesar de su mala fama, sí son seguros. A pesar de que hace años se publicó algún estudio que relacionaba los parabenos con el cáncer de mama, dichas investigaciones carecen de cualquier rigor científico. La principal razón es que la actividad estrogénica (los estrógenos son hormonas sexuales esteroideas) de los parabenos es mucho menor que la de los estrógenos naturales existentes en el organismo humano. Para tranquilizarles también les diré que previamente a su salida al mercado todos los parabenos son sometidos a múltiples estudios, tanto in vitro como in vivo. Estos estudios, realizados periódicamente por laboratorios oficiales acreditados de todo el mundo, evalúan la posible toxicidad de los parabenos, su efecto carcinogénico y estrogénico, etc.

También se estudian los posibles efectos acumulativos derivados del uso continuo de parabenos y cómo interaccionan con otros ingredientes de los cosméticos. La conclusión a la que han llegado las organizaciones oficiales estadounidenses y europeas encargadas de analizar la toxicidad de los parabenos es idéntica: el uso de parabenos no conlleva ningún peligro. Por todas estas razones es absurdo gastarse dinero extra en cremas hidratantes (o cualquier otro tipo de cosmético) que se anuncien como 'sin parabenos'.

Antes de acabar quisiera incidir en las dos ideas básicas que se les deben quedar tras leer este artículo sobre cremas hidratantes. La primera es que no todas son iguales. Las mejores son las que llevan todos los ingredientes que he citado previamente. La segunda es que no dejen que les metan miedo con absurdos eslóganes. Todas las cremas hidratantes que se pueden adquirir en las superficies comerciales han pasado los pertinentes controles y son seguras.