Las operaciones estéticas cada vez se normalizan más y no se esconden. Todo el mundo quiere estar bien consigo mismo, más aún ahora que llega el verano y toca lucir cuerpo en la playa o en la piscina. Por eso muchos hombres recurren a la liposucción para conseguir ese cuerpo 10 que a veces cuesta un poco por la grasa acumulada que no se va por mucho ejercicio que se haga. Siempre se ha asociado a las mujeres, pero la cirugía estética tiene cada vez más adeptos en el mundo masculino.

Cada vez son más los hombres que se atreven con la liposucción o cualquier otro retoque estético, en especial aquellos de mediana edad, sobre los 40 o 50 años, cuando los síntomas del envejecimiento comienzan a aparecer de forma más visible. Es entonces cuando no dudan en realizarse algún que otro retoque estético que les reste unos cuantos años y, en concreto, la liposucción masculina suele hacerse en el abdomen y la cintura, zonas que más suelen preocupar a los varones.

La liposucción también se la conoce como lipoescultura, según la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (SECPRE). Este técnica se utiliza para eliminar los depósitos de grasa de gran parte de las zonas del cuerpo, como pueden ser las mejillas y el cuello, los brazos, el pecho, el abdomen, los glúteos, las caderas, los muslos, las rodillas o los tobillos. Pero mucho ojo, porque desde la SECPRE advierten que no es ningún tipo de sustituto de la pérdida de peso, sino un método quirúrgico para eliminar la grasa acumulada que no se consigue eliminar con ejercicio o dietas.

Por eso mismo siempre se recomienda en personas que están prácticamente en su peso ideal pero cuentan con acumulaciones de grasa en puntos localizados. Y ojo con otras patologías porque no se aconseja en personas que tengan una mala circulación sanguínea o cuenten con algún problema cardíaco o incluso respiratorio. Por eso, antes que nada hay que acudir a la consulta de un cirujano plástico al que plantear lo que se desea y que este baraje qué posibilidades y alternativas existen. Una vez elegido el método, se suele explicar el tipo de anestesia que se va a utilizar, si requerirá de ingreso en el centro y su coste total.

Una liposucción depende mucho del lugar en el que se vaya a realizar, pues puede durar desde media hora a varias horas, ya que en ocasiones se realiza en distintas zonas, no solo en una. La intervención consiste en realizar una pequeña incisión por la que se introducirá el tubo que succionará la grasa de la que se quiere deshacer el paciente.

Tras salir de quirófano puede que se tenga que estar ingresado unas horas o unos pocos días para controlar que no se acumulen fluidos. Además, por lo general se coloca una faja o un vendaje elástico sobre la zona para el control durante las primeras semanas del sangrado, la hinchazón y para la adaptación de la piel. Los resultados no son inmediatos y poco a poco el cuerpo se irá adaptando, rebajando las zonas hinchadas y los hematomas, siendo un proceso que puede durar varios meses, aunque a los pocos días o semanas se podrá hacer vida normal, excepto actividades intensas, para las que habrá que esperar algo más.

El precio puede variar mucho dependiendo de la cantidad de zonas que se quieren tratar y la grasa acumulada, pero por lo general suele rondar entre los 1.500€ y los 6.000€. Los resultados suelen ser satisfactorios en la mayoría de cirugías, pues la cicatriz es mínima y se consigue un buen contorno del cuerpo en el área tratada, ganando más confianza en sí mismo.

La liposucción es ya, sin duda, también cosa de hombres. Ellos quieren mantener una buena figura y no dudan en recurrir a métodos que hasta hace poco parecían exclusivos de mujeres. Eso sí, ten en cuenta que si quieres lucir cuerpo en verano sin acumulación de grasa, lo mejor es que te adelantes a los meses estivales, pues aunque la recuperación es rápida, la inflamación o la hinchazón puede perdurar varios meses. Así que lo mejor es que te decidas con tiempo para ser la envidia de la playa.