Es verano, el buen tiempo acompaña y, si el golf es tu deporte favorito, no hay mejor época para practicarlo que esta. Los campos y clubes se ven abarrotados durante la temporada estival, ya que hay más tiempo para practicarlo y los aficionados suben como la espuma. El golf siempre se ha establecido como un deporte para élites o para las personas con un mayor poder adquisitivo, pero lo cierto es que cada vez es más popular entre el gran público por ser un deporte tranquilo pero que a la vez requiere de una gran concentración y precisión en la que los palos son clave para terminar metiendo la pelota en el hoyo.

Un total de 14 son los palos que los jugadores profesionales introducen en su bolsa cuando comienzan el juego. Su elección puede definir el recorrido y si finalmente será un éxito o por el contrario será un fracaso. Hay uno específico para cada momento, nada se deja a la improvisación. Su material, el tipo de varilla, su peso o su agarre son pequeños detalles que marcan el golpe y la técnica. Si están iniciándote, mejor será conocer qué tipos de palo de golf existen.

Estos son los palos de golf quizá más recordados en nuestra mente porque son los causantes de esos grandes golpes, en especial al inicio, pues son los que se utilizan al inicio del juego. Y no, no son de madera, más bien suelen estar hechos de acero o de titanio. El driver es el palo más largo, el que se usa para los golpes más grandes, siendo uno de los palos más complicados de utilizar. El resto de maderas también se utilizan para golpes largos, pero se suelen dejar para el segundo.

Este tipo de palos también tienen su complejidad. Están enumerados del 1 al 9 dependiendo de la superficie para la que se vaya a utilizar, que suele estar en una distancia de entre los 100 y los 180 metros. Dentro de este tipo se encuentran los webges, que se suelen elegir para golpes de poca distancia pero para los que se requiere una gran altura y que, al caer la bola, esta se desplace lo más mínimo.

Se dice que son los palos más personales de los golfistas, puesto que es el que da el golpe final con el que se introduce la bola dentro del hoyo. Existe una gran variedad de diseños para el putter, adaptándose especialmente a la forma de juego de cada usuario, de la técnica o de su forma de agarre.

Como su nombre ya indica, este tipo de palos es una mezcla, entre las maderas y los hierros. Con ellos se intenta conseguir la distancia de las maderas pero la facilidad de uso que tienen los hierros. Por eso mismo son bastante utilizados en circuitos profesionales al sustituir algunos de los anteriores.

Para alguien que está comenzando en el mundo del golf probablemente encontrarse con tanta especificación en los palos de golf sea algo lioso, por eso lo más adecuado es comenzar poco a poco. Una de las principales recomendaciones es comenzar con palos de varilla de grafito, ya que son los más ligeros. Una vez ya se ha ido cogiendo técnica y perfeccionando los golpes, lo ideal es pasarse a los palos de varilla de acero.

Por su parte, en lo referente a qué tipo de los cuatro palos es mejor, para comenzar lo más aconsejable suele ser hacerlo con los híbridos debido a que son mucho más fáciles de utilizar y manejar que las maderas y los hierros por su mayor ligereza. Progresivamente se irán mejorando todos los aspectos técnicos, consiguiendo una mayor concentración y precisión hasta que por fin puedas usar los 14 palos profesionales y competir con tus mejores golpes.

La elección del palo de golf es una de las más importantes antes de salir al campo. Aquellos que lleves en la bolsa marcarán tu juego y tus posibilidades de ganar, seas profesional o principiante. Analizar cuáles son los mejores para ti te dará más de una victoria, así que es el momento de probar y conseguir el mejor golpe.