Año nuevo, moda nueva. Con la llegada del 2021, llega el momento de apostar por nuevas tendencias capaces de convencer a los consumidores. Si has ido de tiendas, probablemente te hayas percatado de que este año las gabardinas, los pantalones de cintura alta y las camisas con estampados psicodélicos vienen pisando fuerte, pero ¿qué ocurre con los relojes?

Este accesorio, que en el momento de vestirse muchos no tienen en cuenta por considerar que solo sirve para mirar la hora, comienza el año recuperando diseños, cortes y tonos que demuestran que un reloj es mucho más que un utensilio con el que medir el tiempo. Es el caso de los relojes esqueleto, o esqueletados, un fascinante modelo creado en el siglo XVIII que este 2021 vuelve a las grandes manufactureras.

A diferencia de otras grandes invenciones del mundo de la relojería, los relojes esqueleto no nacieron en Suiza, sino en Francia. Fue en el siglo XVIII, cuando André-Charles Caron, relojero personal del rey Luis XV, decidió desnudar estos relojes para mostrar a sus clientes lo intrincados que pueden llegar a ser este tipo accesorios y creó este fascinante modelo.

Con una estética muy particular, los relojes esqueleto se caracterizan por recortar parte de su platina y sus puentes para dejar su maquinaria interior a la vista. Se tratan de unos relojes complejos que requieren de mucha precisión a la hora de construirlos, ya que eliminar platina en exceso o defecto puede dañar su funcionalidad o estropear su diseño.

A pesar de las complicaciones que tienen este tipo de relojes, son muchas las grandes firmas que están apostando por estos modelos. Es el caso de Audemars Piguet, Ulysse Nardin, Roger Dubois o Montblanc, que han decidido revalorizar sus creaciones mostrandonos su intrincada arquitectura.

La nueva versión del prestigioso Royal Oak sorprende por su material. Por primera vez, la lujosa manufacturera suiza ha utilizado cerámica negra para fabricar la caja y el brazalete de este modelo, que cuenta también con los cuidados acabados de la compañía en lo que a cepillado satinado y pulido se refiere. Gracias a su esfera esqueletada de color pizarra y a su cristal de zafiro, podemos apreciar su mecanismo interior, en el que destaca su doble volante de color rosa. Su precio es de 87.500 euros.

Anunciado durante los Geneva Watch Days, uno de los eventos más importantes del sector de la alta relojería, este reloj se caracteriza por un diseño compacto y vanguardista que utiliza las transparencias para mostrarnos su tourbillon de silicio, una innovación técnica alojada en una jaula con forma de X que late a una frecuencia de 2.5 Hz. Disponible en cuatro modelos distintos, tanto el fondo como el cristal principal de este reloj están hechos de zafiro. Su precio varía dependiendo de la versión, pero puede alcanzar los 54.000 euros.

El primer reloj esqueletado automático de la compañía es una auténtica obra de artesanía. Sus 167 piezas que componen el movimiento de cuerda automática han sido acabadas a mano de forma individual. Con microtubos de zafiro distribuidos por todo el calibre y agujas de oro blanco, este modelo brilla bajo los rayos UV, mostrando una sofisticada decoración. Su precio es de 87.500 euros.

El nuevo reloj de la manufacturera alemana destaca por su pronunciado esqueletado, que no esconde nada del mecanismo interior. Con una caja de oro rosa y un cristal principal de zafiro, este modelo cuenta con un calibre MB M18.69 cuyos 188 componentes han sido decorados completamente a mano. Su esfera descentrada, hecha con oro de 18 quilates y esmalte Grand Feu, se encuentra a las 12 horas y cuenta con agujas de oro rosa tanto para las horas como para los minutos. Disponible en una limitadísima edición de ocho unidades, su precio es de 140.300 euros.