Si estás pensando viajar este año con el Imserso quizá sea bueno que tengas un plan B. El Imserso no ha confirmado a este medio que el programa de Turismo Social se vaya a reanudar en octubre. Todavía quedan muchas incógnitas que despejar como para afirmar rotundamente que los viajes volverán en otoño. Pese a las ganas de los empresarios y de parte del Gobierno, habrá que esperar para hacer planes.

La condición indispensable para que vuelvan los viajes del Imserso es que en España hayamos alcanzado la inmunidad de grupo. No se trata sólo de que todos los mayores de 65 años (los usuarios del programa) estén vacunados, argumento que han utilizado en varias ocasiones los empresarios para exigir la reanudación de los viajes.

Recordemos que se trata de un programa que moviliza a 900.000 personas por todo el territorio nacional, y que hay evidencia de que las personas vacunadas, aunque con mucha menos intensidad, pueden ser transmisoras del virus. Por tanto, aunque los que viajen estén vacunados, no resulta recomendable promover esa movilidad por todo el país sin que todo el mundo haya recibido la vacuna.

Los escenarios más optimistas calculan que hasta finales de agosto no estará vacunada el 70% de la población, 33 millones de personas, que el Gobierno considera que proporciona la inmunidad de grupo. Estos cálculos se hicieron sin contar con los retrasos que están ocasionando los problemas con las vacunas de Janssen y Astrazeneca, con lo que los tiempos están muy ajustados.

Otro motivo por el que la reanudación de los viajes en otoño está en el aire es que este año el programa debe salir de nuevo a concurso, y los nuevos pliegos de condiciones aún no están redactados. El director general del Imserso, Luis Barriga, explicaba en la cadena SER que "es una operación de unas dimensiones muy grandes. Estamos hablando de 900.000 viajes, y esto no se organiza de la noche a la mañana".

Además en estos nuevos pliegos van a incluirse novedades con respecto a anteriores concursos sobre "seguridad y trazabilidad". Barriga ha señalado que en esta ocasión habrá que "extremar las precauciones" con las comunidades autónomas de destino y con "planes de contingencia preparados ante cualquier eventualidad".

Los pliegos de este año deberán incluir todas los cambios derivados de la pandemia, porque aunque todos estén vacunados, el uso de mascarillas, la distancia de seguridad y las medidas de higiene es seguro que se mantendrán durante un tiempo.

Además, todos los años las empresas que no ganan el concurso recurren a los tribunales, con lo que el proceso se retrasa aún más. Este año desde Servicios Sociales se ha pedido a Turismo que medie con las empresas para evitar los litigios, pero éstas se juegan más de 100 millones de euros en un año especialmente crítico para el sector.

El director general del Imserso reclama prudencia, "entendemos perfectamente cómo el sector turístico está sufriendo de una forma brutal esta pandemia, pero pretender levantar un sector realizando una actividad que pudiera suponer mayor riesgo para las personas sería una imprudencia. No pretendemos que se realice la actividad si no hay seguridad para las personas que viajen", explicó.

Desde que se paralizaron los viajes se han producido algunos desencuentros entre Servicios Sociales, de los que dependen los viajes del Imserso y que está en manos de Unidas Podemos, y Turismo, que dirige la socialista Reyes Maroto. Maroto, presionada por las empresas del sector, quiere acelerar la puesta en marcha del programa, y en varias ocasiones ha anunciado su reactivación, sin contar con Servicios Sociales y el Imserso, responsable del programa, y el encargado de toda su gestión, así como de la elaboración de los pliegos del concurso.

La vuelta del programa del Imserso tiene importantes implicaciones económicas ya que, a los 118 millones presupuestados se unen lo que gastan los usuarios en las zonas de recepción, que se estima en más de 520 millones de euros y el mantenimiento de 12.000 puestos de trabajo directos.

Pero hay otra razón muy poderosa por la que los viajes significan mucho este año. Muchos ven en su reactivación la señal definitiva del retorno a la normalidad. Si los más afectados por la pandemia, los mayores, vuelven a hacer su vida normal, no habrá ninguna razón para que el resto de la sociedad siga su ejemplo, y recobremos sin miedos la vida de antes.

Pese al interés de los empresarios en su reanudación, otra duda se cierne sobre la vuelta del programa ¿habrá demanda para cubrir las plazas ofertadas? La pandemia sorprendió a muchos usuarios en pleno viaje, y vivieron situaciones difíciles de olvidar. Después, muchos se han visto afectados por el virus, o han visto cómo amigos y conocidos perdieron la vida. Por otra parte, volver a viajar en grupo, con la dificultad de mantener las distancias de seguridad y con la obligación de llevar mascarilla y guardar las medidas de higiene obligatorias pueden disuadir a muchos de viajar este año.