Los tiempos adelantan que es una barbaridad y cuando parecía que no había fin a la competencia entre marcas por ver quién hacía el coche más veloz… llega Volvo y dice que desde ya va a limitar la velocidad máxima de todos los vehículos que salen de su factoría a 180 km/h.

Volvo siempre ha destacado en materia de seguridad. El ejemplo más claro es el cinturón de seguridad de tres puntos, tal y como lo conocemos hoy. Nils Bohlin, un ingeniero de Volvo, inventó en 1.959 el que ha sido el mayor y mejor elemento de seguridad en los coches, como poco, hasta la llegada de los airbags y el ABS. Y encima liberaron la patente para que todos los coches, incluso los de la competencia, fueran más seguros.

Ahora, mientras muchas marcas como Bugatti, Koenisseg o Lamborghini siguen empeñadas en hacer el coche de serie más rápido del mundo, la firma sueca Premium ha dejado boquiabierta a toda la competencia con un claro mensaje de coherencia y racionalidad. Cerrar la brecha que impide acabar definitivamente con las víctimas mortales y las lesiones graves en los accidentes de tráfico es el principal motivo que ha propiciado esta controvertida medida que, quien sabe, puede restar ventas a una marca que compite con gigantes como BMW, Audi, Mercedes-Benz, Lexus, etc.

Además de la limitación de velocidad, parece que en Gotemburgo han pensado en los Uppers, porque todos los vehículos Volvo que salgan de fábrica ya desde este mes incluirán el sistema Care Key, una función que permite al conductor establecer limitaciones adicionales de la velocidad máxima, por ejemplo cuando deja el vehículo a otros miembros de la familia o a conductores jóvenes o inexpertos.

Poco a poco, las marcas van cayendo en la cuenta de que aumentar la inversión en seguridad y en tecnologías de futuro es un mejor reclamo publicitario que la escalada en velocidad o potencia. Mazda acaba de lanzar en la mayoría de sus vehículos la revolucionaria tecnología Skyactiv-X, un motor gasolina con potencia de gasolina y consumo de gasoil. Hyundai mira más al futuro y además de vender coches gasolina y diesel, ya tiene en el mercado varios coches eléctricos, híbridos enchufables, híbridos tradicionales, con hibridación suave, e incluso un coche de hidrógeno, el Nexo, que muchos dicen que será la tecnología que reine dentro de un par de décadas, por encima de la electricidad.

En cualquier caso, la limitación de la velocidad en origen es una excelente iniciativa de cara al futuro más inmediato y ha abierto un rico debate entre la competencia, que duda si sumarse a esta medida. Hay que decir que Mercedes-Benz, Audi y BMW tienen un pacto no escrito desde hace muchos años por el que sus berlinas más potentes están autolimitadas a 250 km/h. De la misma manera, hace poco se abrió en Alemania un debate para limitar la velocidad en las famosas Autobahn, y el clamor público obligó a mantener los tramos sin límite.

En Volvo están seguros de que las marcas pueden desempeñar un papel activo en la carrera por evitar accidentes de tráfico mortales. «Estamos convencidos que los fabricantes de automóviles tenemos la responsabilidad de contribuir a la seguridad del tráfico», comenta Malin Ekholm, responsable del Centro de seguridad de Volvo Cars. «Nuestra tecnología de limitación de velocidad y el debate que ha suscitado son una consecuencia lógica de esta convicción. Ayudamos a los conductores a reflexionar y a darse cuenta de que correr es peligroso, aparte de darles una tranquilidad adicional y ayudarles a conducir de manera responsable».

Nadie duda de que si la estrategia de la factoría nórdica surte efecto en materia de ventas, la mayoría de fabricantes se sumará a esta iniciativa. Y es que hasta el más despistado sabe que puedes llevar el coche más seguro del mundo que un choque frontal a 200 km/h, o incluso a 150 km/h, va a tener fatales consecuencias en el cien por cien de los casos.

El incumplimiento de los límites de velocidad sigue siendo uno de los motivos más frecuentes de accidentes de tráfico con víctimas mortales. Cada año se imponen millones de multas por exceso de velocidad. Junto a las distracciones (uso del móvil) y el consumo de alcohol y drogas, la velocidad completa el triunvirato de principales motivos de accidentes y muertes en la carretera.

De hecho, el mundo de la automoción está realmente cerca de incorporar en serie un sistema que obligue al conductor a mostrar su tasa de alcohol en el aire antes de que el vehículo le deje arrancar el motor. Un pasito más hacia un futuro lejano donde prácticamente desaparezcan las muertes en accidentes de tráfico.