Durante casi dos décadas fue la moto más deseada por la juventud española. El paso perfecto entre el Vespino y la 'moto grande' era esta naked media con la que ha posado Fernando Simón y con la que va todos los días a trabajar. Ahora puedes comprarla de segunda mano incluso por 500 euros, pero en los noventa rondaba las 500.000 pesetas. Desde su aparición en el mercado en 1989 y su muerte comercial en 2007, la Suzuki GS500E reinó de tal manera entre los españoles que fue más de una década la moto más vendida.

De hecho, no tengo más remedio que formar parte mínimamente de esta historia, como buen Upper, pues llegué a tener una como ésta, en color verde, con carenado. Recuerdo que la compré a finales de los 90, de segunda mano, por 350.000 pesetas. Justo en esa época apenas la utilicé por el final de los estudios y comienzo de mis primeros pasos en el mundo del periodismo y la vendí a los pocos meses… también por 350.000 pesetas, lo que da muestra de que era una moto con una gran demanda.

En estos días estamos viendo al mismísimo Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias sanitarias del Ministerio de Sanidad, acudir a su centro de trabajo y a sus numerosas ruedas de prensa en una como ésta, posterior a 2003, ya que observamos en el lateral la etiqueta B de la DGT y las motos anteriores a esa fecha no pueden tener distintivo. De hecho, nos cuadra perfectamente que Simón lleve esta bicilíndrica de poco más de 40 CV de potencia, porque define perfectamente su personalidad. Una moto sencilla, manejable, austera, fácil de mantener, y con una fiabilidad a prueba de años y años.

La mayor parte de los que estamos rondando los 50 años de edad nos hemos subido a una de estas sin lugar a dudas, sea como piloto o como paquete. La superventas de Suzuki tenía dos buenos rivales en la Kawasaki GPZ500 y en la Honda CB 500, pero tanto una como la otra, al final, daban más problemas de motor, carburación, electrónica, etc, y siempre la que salía a flote era esta Suzuki GS500E a la que aún se la puede hacer más kilómetros que a la furgoneta del Equipo A y al Coche Fantástico de Michael Knight juntos.

En una época, la década de los 90, donde entre los moteros imperaba la cordura y nadie daba el paso directo desde un Vespino, una Yamaha TZR80 o una Honda NSR80 a una brutal y todopoderosa Honda CBR1000, Kawasaki ZX10 Tomcat o una Suzuki GSX750, por nombrar solo algunas, el paso lógico era esta pequeña y ligera moto de 487 centímetros cúbicos, que ya alcanzaba sus buenos 180 kilómetros por hora y por su ligereza (169 kilos) y sencillez mecánica, era una excelente compañera para surfear los coches entre la ciudad, pero también permitía salir a hacer curvas los fines de semana por carreteras cercanas y divertirte de lo lindo. Sin duda, si una moto ha marcado a la generación Upper, esa ha sido la Suzuki GS500E.

A lo largo de su vida comercial apenas ha cambiado más que de color. En 2001 tuvo un pequeño incremento de potencia, de 42 a 48 CV, incluso su chasis al estilo deltabox en color gris pasó al negro en un momento dado, al final de su vida, pero la base se mantuvo inalterable durante casi 20 años, motor de 4 tiempos con refrigeración por aire, dos cilindros en paralelo, disco de freno delantero y trasero, cambio de 6 marchas, hasta su desaparición de los concesionarios en 2008.

Pero los viejos rockeros nunca mueren, como dice otro Upper de tronío, Miguel Ríos. Y si te fijas un poco, seguro que aún ves por la calle una de estas incombustibles Suzuki GS500E.

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