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¿Problemas para dormir? Cinco consejos para que puedas descansar mejor en invierno

  • Dormir entre siete y ocho horas al día es fundamental para mantener nuestra salud física y mental, pero a veces nos cuesta conciliar el sueño

  • Mantener las rutinas, aprovechar la luz solar y cenar ligero pueden ayudarnos a descansar mejor en invierno

Dormir bien es fundamental para poder gozar de una buena salud física y mental, pero muchas veces nos cuesta conciliar el sueño por las noches. Los nervios y preocupaciones, una cena muy copiosa o un horario irregular son algunos factores que pueden dificultar que disfrutemos de un buen descanso. Ahora que estamos en invierno, es probable que el frío, las lluvias y las escasas horas de luz solar afecten a nuestro estado anímico e higiene del sueño. Por suerte, hay trucos muy sencillos que pueden ayudarnos a descansar mejor en esta época del año. Desde aprovechar la luz solar a hacer ejercicio, aquí tienes unos consejos para dormir bien en invierno.

No cambies tu rutina

Con la llegada del invierno y el nuevo huso horario, los días son más cortos y corremos el riesgo de cambiar nuestras rutinas, pasando más tiempo en casa, acostándonos más temprano o durmiendo más de lo que estábamos acostumbrados. Sin embargo, si queremos tener una buena higiene de sueño y descansar mejor, es recomendable que mantengamos nuestras costumbres y que no aumentemos nuestras horas de sueño durante esta época del año. Además, si dormimos poco entre semana, tampoco conviene que intentemos recuperar las horas de sueño el fin de semana: esto solo dificultará que durante los días laborables podamos descansar.

Aprovecha la luz del sol

Cuando bajan las temperaturas, es muy habitual sentirse más cansado y desanimado que de costumbre. A pesar de los incontables debates que hay sobre si es mejor el invierno o el verano, lo cierto es que durante esta época del año producimos más melatonina, una hormona que estimula el sueño y cuya segregación se ve afectada por la cantidad de luz natural a la que nos exponemos durante el día. Para intentar sentirnos menos somnolientos en invierno, es importante que aprovechemos al máximo las horas de luz natural, ya que así ayudaremos a nuestro cuerpo a sintetizar esta hormona durante la noche y podremos disfrutar de un saludable descanso. ¿Una recomendación? Hacer deporte al aire libre. No solo aprovecharemos al máximo las horas de sol, sino que también gastaremos energía y mejoraremos la calidad de nuestro sueño.

Desconecta los aparatos electrónicos

Cada vez pasamos más tiempo conectados. En una época marcada por la inmediatez y las redes sociales, es habitual que, al llegar a casa del trabajo, lo primero que hagamos sea mirar el móvil, encender la televisión o abrir el ordenador para ver una serie o película. Sin embargo, la exposición a la luz que emiten estos dispositivos pueden provocar desajustes en nuestro reloj interno y en nuestro ritmo de sueño, causándonos problemas de insomnio o problemas para conciliar el sueño. Por ello, es recomendable que desconectemos estos aparatos electrónicos al menos una hora antes de meternos en cama para poder dormir mejor.

Entra en calor

Uno de los principales problemas que tenemos a la hora de conciliar el sueño en invierno es el frío. Especialmente en los días de lluvia, es normal que sintamos nuestro cuerpo rígido y aterido, por lo que es recomendable que, antes de meternos en cama, nos demos un buen baño caliente que nos ayude a relajarnos y aumentar nuestra temperatura corporal. No obstante, ten en cuenta que si la habitación donde dormimos está muy fría, perderemos rápidamente este calor, por lo que deberemos asegurarnos de que nuestro dormitorio esté a una buena temperatura. Eso sí: no uses la calefacción toda la noche. Lo ideal es que nuestro dormitorio se encuentre entre los 16 y 18 grados centígrados para que no pasemos frío ni sudemos, así que mejor enciende la calefacción durante unas horas por la tarde. Si por la noche sientes frío, siempre podrás utilizar mantas y edredones para entrar en calor y conciliar mejor el sueño.

Cena ligero

A todos nos gusta disfrutar de una buena cena, especialmente cuando nos reunimos con los amigos o la familia. Sin embargo, a la hora de mejorar nuestra higiene del sueño, es recomendable que no nos excedamos con lo que comemos. Una cena muy contundente puede dificultar que conciliemos el sueño, ya que acarrean digestiones más lentas y pesadas. Por ello, es preferible que, a la hora de cenar, nos olvidemos de esas pizzas, embutidos y hamburguesas y nos decantemos por una opción más ligera y saludable, como una sopa, verduras o un buen pescado. Además, es recomendable que cenemos al menos dos horas antes de meternos en cama y que tomemos algo caliente que nos ayude a entrar en calor. Eso sí: olvídate del café y el té. La cafeína es uno de los grandes enemigos, así que, si quieres dormir mejor, ni te acerques a ella.