Hace unos años lo de desplazarnos en bici parecía una locura, la bicicleta era para los niños, los deportistas o los holandeses, que en esto nos han llevado bastante ventaja. Pero la contaminación de las ciudades o el colapso de muchas carreteras por la cantidad de tráfico, entre otras cosas, hace que los ciudadanos se decanten cada vez más por la bicicleta para sus desplazamientos, ¡incluso para ir al trabajo! No nos vamos a engañar, aún es un hábito que no está muy normalizado en los españoles, pero parece que poco a poco eso de pedalear nos conquista un poquito más.

Además de para ir a trabajar, la bicicleta es fantástica para salir a dar un paseo por el parque, para sustituir el coche en tu trayecto para visitar a tus hijos o nietos, o para simplemente moverte con más libertad por la ciudad. No obstante, hay algunos tipos de bicis urbanas, así que debes elegir la que más te convenga dependiendo de diversos factores.

Más allá de bicicletas de montaña o especializadas para las distintas modalidades de competición que existen, también hay algunas que son perfectas para moverte por la ciudad. Uno de los modelos preferidos para muchos son las plegables, hacen su función y además las puedes guardar de forma mucho más sencilla, por lo que si no encuentras un sitio en casa para la bici, este es el modelo que necesitas. Además si en algún momento tienes que subirte al transporte público, con plegarla ocuparás menos espacio, así que es perfecta para usarla en grandes ciudades.

Pero si eres de los que la usa para ir hasta el trabajo, y precisamente no es que esté muy cerca, puede que tu mejor opción sea una eléctrica que recibe energía de una batería. Aunque esto no quiere decir que no te toque pedalear, ¡claro que sí!, lo que pasa es que te cansarás menos y cuentan con un límite de velocidad para que no corras demasiado. Y luego están las trekking, que a pesar de estar destinadas para realizar rutas o viajes, también hay modelos más básicos para el uso en ciudad. Son cómodas, llevan una especie de portamaletas, y además cuentan con luces, para que seas visto a primera hora de la mañana o si tienes que salir cuando cae la noche.

Una de las opciones que grandes ciudades como Madrid presentan son su propia red de alquiler de bicicletas, por lo que tampoco es necesario que te compres una. A través de una aplicación pagas tu bono mensual o anual o, si solo la usas esporádicamente, realizas pagos ocasionales por su uso. Una alternativa para quienes prefieren no comprarse una bici.

No obstante, si tu ilusión es hacerte con una bicicleta debes tener en cuenta el presupuesto que tienes para ello y, a partir de ahí, ver qué posibilidades existen. Por ejemplo, en qué tipo de ciudad vives es algo a tener muy en cuenta, ya que si no existen grandes desniveles puedes puedes optar por una bicicleta sin cambios, pero si en tus trayectos vas a encontrarte con alguna cuesta, es mejor tener cambios.

Debes fijarte en sus proporciones para que sean adaptables a tu cuerpo y con un sillín que se pueda ajustar a tu altura para tener una buena posición mientras vas en ella y llegar sin problema a los pedales. El manillar es otra de las partes que debes analizar, ya que por ejemplo, las bicicletas fixie están de moda, pero son similares a las de pista y te obligar a recostarte levemente sobre el manillar. Por eso, si notas que al probarla la postura no va a ser correcta, es mejor descartarla.

También piensa en las ruedas, dependiendo de tu altura es mejor que sean más grandes o más pequeñas para guardar la proporcionalidad, mientras que las llantas, si buscas que no sean muy pesadas, mejor de aluminio que de acero. Y si eres de los que va a querer añadir algún accesorio piensa en ello, que puedas incluir una cesta por si aprovechas tu viaje para pasar por el mercado, si es posible añadir un caballete para estacionarla en la terraza, o si hay posibilidad de instalar alguna luz o un timbre si no los trae ya incorporados.

La bici es una gran medio de transporte para cualquier acción, desde salir a dar un paseo hasta para ir al trabajo. No contaminas, haces ejercicio y seguro que llegas más rápido a tu destino. ¡Son todo ventajas! Solo te queda elegir la adecuada.