"Si tuviera diez años menos se podría hablar de rivalidad con Alcaraz, pero tengo 36". Estas palabras de Rafael Nadal en vísperas del duelo en el Mutua Madrid Open contra la emergente estrella murciana evidencian la distancia generacional que hay entre quien ya lo ha sido todo en el mundo del tenis y quien, a sus 19 años recién cumplidos, aspira a todo. Pasado y futuro del tenis español se cruzan en el presente bajo la pregunta que todo el mundo se hace: ¿Es Carlos Alcaraz el nuevo Nadal? ¿Ha encontrado por fin el manacorense a su sucesor?

El futuro es impredecible, y mucho más en un deporte en el que hay que contar con lesiones, rivales y otros imponderables, pero sí se puede rastrear la historia pasada, establecer paralelismos a partir de ahí y extraer conclusiones. ¿Dónde estaba Nadal cuando tenía la edad de Alcaraz? Pues bien, cuando el campeón mallorquín tenía 19 años, ya causaba sensación en el mundo del tenis de una forma muy similar al murciano en la actualidad.

Difícil encontrar mayor precocidad que la de Nadal, que se estrenó en un torneo ATP en 2002, con solo 15 años, al acudir como invitado al Internacional Series de Mallorca. Allí se convirtió en el jugador más joven en ganar un partido en un torneo oficial de la ATP al imponerse paraguayo Ramón Delgado, 81 del mundo en aquel momento. En 2003 ganaba su primer partido ante un Top 10 mundial (su compatriota Albert Costa) en el Masters de Montecarlo y un año después, con 17 años, ganaba su primer título ATP en Sopot, aunque fue su contribución en la conquista de la segunda Copa Davis para España la que despertó el mayor entusiasmo entre el público.

En 2005, con los 19 años que tiene ahora Alcaraz, se produjo la gran explosión de Nadal. Tras llegar a la cuarta ronda en el Open de Australia, levantaba sus primeros Masters Series -Montecarlo y Roma- y, más sorprendente todavía, se adjudicaba Roland Garros en su primera participación tras eliminar en semifinales al entonces máximo dominador mundial, Roger Federer, y derrotar en la final a Mariano Puerta. Solo Mats Wilander anteriormente había conseguido alzar el título en París en su debut. Era el inicio de un dominio jamás visto en la tierra batida.

Pero el manacorense no se quedó en la arcilla. En agosto ganaba en Montreal su primer Masters Series en pista rápida dando buena cuenta del legendario André Agassi, y en octubre protagonizaba una épica remontada ante el croata Ivan Ljubicic -la primera de muchas- para ganar el Masters Series de Madrid, que entonces se disputaba bajo techo. En total fueron 11 los torneos de la ATP que conquistó en aquel mágico 2005, igualando a Federer. Era evidente que Nadal iba a ser muy grande, pero nadie imaginaba que 17 años después todavía seguiría en la cumbre pese a todos los contratiempos físicos que ha padecido.

Es complicado que los números de Alcaraz lleguen a equipararse a los de aquel Nadal pero tampoco está muy lejos. Su primera victoria en el cuadro final de un torneo del circuito ATP la consiguió a los 16 años y 10 meses, su primer triunfo ante un top-15 lo firmó con 17 años y nueve meses. Y con 18 años recién cumplidos caía ante el propio Nadal en segunda ronda de Madrid, en la que era su primera participación en un Masters 1.000.

En Roland Garros de 2021 se convertía en el jugador más joven desde Novak Djokovic en ganar un partido del torneo parisino y alcanzaba la tercera ronda. En julio ganaba su primer torneo ATP en Umag y en noviembre se imponía en las Next Generation ATP Finals para jugadores menores de 21 imponiéndose en todos los partidos.

Y ya en 2022 alcanza la tercera ronda en el Abierto de Australia, se adjudica el Open de Río y se convierte en el tercer jugador más joven de la historia en ganar un Masters 1000, el de Miami, tras eliminar a tres top-10 durante el torneo. Además, su victoria en el Conde de Godó le permite meterse por primera vez entre los 10 mejores del mundo. Son, por tanto, números similares a los de Nadal a los 19 años, números que prueban que hay un gran campeón en ciernes. Aunque habrá que estar atentos a su rendimiento en Grand Slam, empezando por el próximo Roland Garros.

Quizás no sea justo comparar a un novato que aún tiene todo por hacer con toda una leyenda, pero sí se puede decir que fenómenos tan precoces como el de Alcaraz se ven con poca frecuencia. Nadal, que tuvo que esforzarse al máximo para derrotarle en Indian Wells, lo tiene claro: "Me molestará a nivel tenístico el tiempo que me quede por jugar y luego le disfrutaré como aficionado".