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Ciclosporina, el nuevo fármaco para luchar contra la Covid-19 en pacientes hospitalizados

  • Un estudio realizado por el Hospital Universitario Quirónsalud Madrid y la Universidad Europea demuestra que los pacientes hospitalizados tratados con este fármaco tuvieron un 81% menos de probabilidades de fallecer respecto al resto de enfermos

Siete meses de pandemia. Ningún tratamiento y pocas esperanzas de conseguir una vacuna a corto plazo. Pero en el campo terapéutico ha surgido un fármaco prometedor: la ciclospirina, un medicamento inmunodepresor que suele utilizarse en los trasplantes de órganos y la artritis reumatoide. Así se desprende de un estudio retrospectivo realizado por el el Grupo de Investigación en la COVID-19, liderado por el Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, junto con la Universidad Europea, y comunicado en una de las publicaciones de The Lancet, el más prestigioso en la comunidad científica.

Un 81% menos de posibilidades de fallecer

El estudio analiza los tratamientos de más de 600 pacientes con COVID-19 ingresados en el hospital desde el 10 de marzo hasta el 15 de abril. "La edad media de los pacientes es de 69 años, el grupo de edad más predispuesto a sufrir complicaciones y a ser hospitalizado", explica el doctor Daniel Carnevali, jefe del Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid y profesor de la Universidad Europea.

La principal complicación de los participantes en el estudio tenía que ver con el tracto respiratorio. "Los pacientes incluidos en este estudio sufrían afectación respiratoria suficientemente importante para necesitar ingreso hospitalario. Hemos analizado sus características clínicas y hemos analizado tratamientos que recibieron", señala Carnevali. "Nuestros pacientes no difieren en las características de otras series publicadas y los factores pronósticos son similares, como la edad, gravedad y extensión de la afectación pulmonar y algunos parámetros inflamatorios. En relación con los tratamientos recibidos hemos descubierto que la supervivencia de los pacientes que fueron tratados con ciclosporina era mayor respecto a los enfermos que no fueron tratados con este tratamiento. De hecho, en nuestra serie los pacientes que recibieron ciclosporina tuvieron un 81% menos de probabilidad de fallecer que los pacientes que no recibieron este tratamiento", afirma este facultativo.

Mayor afectación entre el octavo y el décimo día

La COVID-19 produce dos tipos de patología: la primera procede de su replicación viral y se produce en las primeras etapas de la enfermedad. Entre el octavo y el décimo día algunos pacientes desarrollan neumonía y predomina un efecto inflamatorio en el que la propia respuesta inmunológica del enfermo es la que daña al pulmón. Con el objetivo de combatir la inflamación se han postulado varios fármacos con la intención de reducir la activación del sistema inmune. En el Hospital Universitario Quirónsalud Madrid se han utilizado esteroides, tocilizumab y ciclosporina. Este último es un fármaco que posee una acción antirreplicativa del virus y a su vez es interesante porque modifica la respuesta inmune.

El equipo de investigación COVID de este hospital madrileño, formado por especialistas en Medicina Interna, Radiología, Neumología, junto con otros servicios médicos del centro, el área de enfermería y con la colaboración del Grupo de Asesoramiento Metodológico y Estadístico de la Universidad Europea, han analizado las características de todos los pacientes del estudio y los tratamientos recibidos. "Hemos apreciado que las características de nuestros pacientes son similares a las descritas por otros grupos: 69 años de media, predominantemente varones, con tasas de comorbilidad asociadas similares: 47% hipertensión; 16% diabéticos; 22% enfermos cardiacos y19% enfermos respiratorios. Hemos evaluado estadísticamente las variables que podrían estar asociadas al fallecimiento o supervivencia al alta", señala Carnevali.

Terapias alternativas

El estudio ha analizado los distintos tratamientos que se han empleado, así como su efectividad. "La enfermedad por coronavirus aún no tiene un tratamiento estándar. Durante la primera etapa de la pandemia utilizamos terapias sobre las que teníamos una razonable esperanza de que tuvieran efecto, pero sin ensayos clínicos que los avalaran. Se utilizaron antimaláricos como la hidroxicloroquina, antivirales como el Lopinavir-ritonavir; antibióticos; corticoides y fármacos que actúan en la fase inflamatoria de la enfermedad como el tozilizumab y la ciclosporina", señala el experto Carnevali.

Entre todos los fármacos tratados, la ciclosporino es el que ha arrojado resultados más prometedores. "El hallazgo más sorprendente de nuestro estudio es que los pacientes que recibieron ciclosporina tuvieron una supervivencia mayor respecto a los que no la habían tomado", explica este médico.

¿Significa eso que hemos dado con la solución que puede acabar con el virus? "Los resultados hay que tomarlos con precauciones. Nuestro estudio es retrospectivo, no es un estudio randomizado doble ciego que comparara fármaco a fármaco. Lo que sí hemos comprobado es que los pacientes que han recibido ciclosporina no son esencialmente diferentes al resto de pacientes, sufrían unas comorbilidades similares y sin embargo, su resultado clínico ha sido mejor", advierte Carnevali.

Resultados prometedores que deben confirmarse

Si bien no estamos ante el fármaco definitivo, sí hay indicios de que puede resultar vital para un número significativo de pacientes, especialmente las personas mayores con más afectación en el aparato respiratorio. "Este estudio ha analizado diferentes variables que pudieran influir en los resultados de los pacientes afectados por COVID-19 y observamos que el hecho de que los pacientes fueran tratados con ciclosporina protegía frente a la mortalidad. De hecho, los pacientes que no habían recibido ciclosporina tenían 4,22 veces más posibilidades de morir que los que habían recibido este tratamiento", detalla Israel J. Thuissard, miembro del Grupo de Asesoramiento Metodológico y Estadístico de la Universidad Europea.

Según estos especialistas, la ciclosporina es un fármaco prometedor, pero para confirmar sus propiedades contra el coronavirus sería necesario un ensayo clínico que pudiera demostrar los resultados entre pacientes tratados con el fármaco y otros tratados con placebo.