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Cómo quitar el olor a viejo de la típica camiseta de 'Guns N' Roses' que ya no te pones

  • Objetivo principal: matar a la colonia de bacterias que se está viviendo desde hace años en tu camiseta

La tienes escondida en un armario desde hace un montón de años, no porque ya no te guste, sino porque, al poco de ponértela, empieza a apestar a sudor.

Sí, es aquella camiseta que te compraste en el concierto de los Rolling Stones en el 90, o la de Ramones que te regalaron por tu cumpleaños, o la de Los Suaves, o la de Alaska y los Pegamoides. Toda una colección de camisetas, que te siguen encantando, pero que ahora no te atreves a sacarlas del armario y ponértelas 'por-ese-problemilla-del-olor'. No te preocupes, tenemos la solución.

Lo primero que debemos saber es por qué está camiseta coge ese tufillo tan rápidamente, y la explicación nos la da la ciencia y el científico Daniel Guirado: "Está demostrado que la ropa que se usa no produce ningún efecto sobre el cuerpo: no cambia la flora bacteriana de las axilas. El fenómeno ocurre realmente en la camiseta. Al microscopio, las fibras sintéticas se ven más desordenadas y ahí se acumulan con más facilidad colonias de bacterias que provienen de nuestras axilas”.

Conclusión número 1: las camisetas de fibras sintéticas (poliéster) huelen peor que las de fibras naturales (algodón o lana, por ejemplo). Seguimos.

Una vez que las colonias de bacterias se encuentran viviendo en nuestras queridas camisetas no hay marcha atrás: la próxima vez que nos la pongamos, al poco tiempo, empezará a oler a zorruno sin que podamos hacer mucho más que pasar un poco de vergüenza y esperar a llegar a casa para cambiárnosla. Pero, ¿por qué huele así si casi no hemos ni sudado? Muy fácil: por supervivencia.

Todas estas bacterias han estado aletargadas durante meses, años, en su aldea espartana de la sobaquera de tu camiseta, así que tienen hambre, mucha hambre. Por eso, en cuanto las fibras sintéticas vuelven a estar en contacto con tu piel, y esta comienza a secretar sudor aceitoso propio de zonas como las axilas o las ingles, las bacterias empiezan a comérselo como si no hubiera un mañana (porque, ciertamente, igual no lo hay para ellas).

Conclusión número 2: las minúsculas bolitas de grasa y líquidos que secretamos harán que, a la primera gota de sudor, las bacterias se activen y se alimenten. Seguimos.

Cuando estas bacterias se alimentan, como todo ser vivo, tienen que expulsar los deshechos: hacer caca, vaya. Estos excrementos son los que generan el mal olor característico del sudor, y puede ser más o menos intenso en función de varios factores y del tipo de bacteria que tengamos.

"Las cepas más comunes incluyen Staphylococci, que están asociadas con el olor corporal normal, y Corynebacterium que producen olores más desagradables. Curiosamente, aunque quizás no es sorprendente, la investigación mostró que los estafilococos tienden a ser más dominantes en las axilas femeninas, mientras que los hombres tienden a tener más de las Apestosas Corinebacterias”, explica Guirado. En todo caso, todas 'huelen mal'.

La solución, muy cerca de ti

Tenemos que matar bacterias, no queda otra. Seguramente ya lo hayas probado casi todo para salvar esa camiseta que tanto quieres y nada ha funcionado. Eso mismo le pasaba a Daniel Guirado y su equipo hasta que experimentaron con un compuesto 'mágico' para solucionarlo: NaBO3 o, lo que es lo mismo, perborato sódico.

"El agua oxigenada es lo mejor para matar a estar bacterias que se quedan ancladas en los tejidos sintéticos de las camisetas. Cuando aplicamos agua oxigenada en la zona casi escuchamos a las pobres bacterias gritar antes de morir", comenta Guirado. "El problema es que el agua oxigenada es un producto 'caro' para usarlo en estos menesteres. Sin embargo, el perborato sódico es una forma de conseguir agua oxigenada barata para matar bacterias en disolución acuosa en el lavado", concluye.

Puede parecer que es complicado adquirir este perborato sódico, que suena a cosa de meigas y brujos, pero nada más lejos de la realidad. En algunos supermercados, en la zona de productos para la lavadora, ya lo venden en forma de polvo. Tan solo tienes que echar una cucharadita en el cajón del detergente de la lavadora para que toda la ropa que metas disfrute de este efecto, se quiten las manchas más profundas y aniquilemos a las bacterias que vivan en ella.

Si esto tampoco funciona, entonces hay que tomar medidas más drásticas y hacer una operación directa sobre la camiseta, a corazón abierto. Tan fácil como aplicar el perborato sódico con agua o el agua oxigenada directamente sobre la parte que produce ese mal olor y donde las bacterias han creado su pequeña ciudad: la zona de la axila. Frotar, aclarar, secar y a esperar que toda esta química haya podido salvar la camiseta que tanto nos gustaba y podamos volver a sacarla del armario sin temor a apestar a nuestros congéneres.