Que el fútbol mueve cifras millonarias lo sabemos todos. Independientemente del conocimiento que se tenga del deporte y del afán con el que se vivan los partidos, todo el mundo sabe que los futbolistas de élite ganan millones de euros cada año gracias a los ingresos que reciben por su nómina y a los que perciben por las acciones publicitarias ligadas a sus derechos de imagen.

En España, donde los futbolistas más mediáticos son prácticamente ídolos de masas, los salarios que perciben estos futbolistas se encuentran entre los más altos del mundo. De hecho, clubes como el Real Madrid, el Barcelona y el Atlético de Madrid se encuentran entre los que mejor pagan a sus estrellas, algo que no es de extrañar teniendo en cuenta la fama y popularidad de los tres escudos.

Según un artículo publicado recientemente por el periódico Marca, Gareth Bale, Eden Hazard y Karim Benzema, tres jugadores pertenecientes a la plantilla del Real Madrid, son los tres futbolistas mejor pagados de nuestro país, con un sueldo anual que asciende a 34.000.000 euros, 30.000.000 euros y 24.000.000 euros, respectivamente. Les siguen Sergio Busquets, del Barça, con un sueldo anual de 23.000.000 euros, Toni Kroos, del Real Madrid, con 22.000.000 euros, y Antoine Griezmann, del Atlético de Madrid, con un sueldo de 20.000.000 euros. Casi nada.

Más allá de las cifras millonarias que manejan las grandes estrellas, el convenio que regula los salarios de los futbolistas de Primera División establece que estos deportistas deben percibir, como mínimo, un salario de 155.000 euros anuales. O lo que es lo mismo: alrededor de 11.000 euros mensuales, repartidos en catorce pagas. Una cifra que, eso sí, por norma general supera la mayoría de los futbolistas que juegan en la máxima categoría. En el caso de los de Segunda División, además, se establece un salario mínimo de 77.500 euros anuales, es decir, alrededor de 5.300 euros mensuales repartidos en catorce pagas. Casi nada.

Cuando se juega un partido de fútbol, sobre el terreno no están solo los futbolistas, sino también el cuerpo arbitral, aunque los sueldos que manejan estos colegiados suelen despertar muchas más dudas y preguntas que el de los futbolistas. Y es que a diferencia de los salarios que perciben las grandes estrellas, que suele ser objeto de debate entre los aficionados pese a su carácter privado, los sueldos que reciben los árbitros suelen ser una gran incógnita, y eso que manejan unas cifras acordes tanto al espectáculo como a la responsabilidad que manejan.

Pero ¿quién paga a los árbitros? ¿Y cuánto ganan? Si alguna vez te has hecho esta pregunta, debes saber que los salarios de los árbitros los asume la propia Liga de Fútbol Profesional y que están regulados por un acuerdo firmado por Liga y la RFEF en agosto de 2018.

Este acuerdo, que tiene vigencia hasta el final de la temporada de 2022-2023 y que elevó el sueldo de los árbitros en un 53%, divide el salario de los colegiados de Primera División en dos apartados: un sueldo fijo de 12.500 euros, que perciben independientemente de si hayan arbitrado algún partido o no, y una cantidad variable que perciben en función de si arbitran algún partido y si actúan como VAR o AVAR.

En concreto, se establece que los árbitros de Primera División perciben 4.200 euros por cada partido arbitrado. Si actúan como VAR, deben sumar 2.100 euros por partido, mientras que si actúan como AVAR deberán sumar cerca de 1.000 euros adicionales.

Teniendo en cuenta que cada colegiado arbitra una media de 20 partidos por temporada y que actúa como VAR en otros 20, el sueldo de los árbitros de Primera División en España se situaría en torno a los 300.000 euros anuales, una cifra que aumentaría en caso de que arbitrase en competiciones europeas, en las que podría embolsarse 7.000 euros por partido.

En el caso de los colegiados de Segunda División, los salarios se reducen, aunque siguen siendo muy decentes. En concreto, en esta división los colegiados cuentan con un sueldo fijo de 6.000 euros mensuales, a los que deben añadir otros 1.800 euros por partido arbitrado, otros 900 si actúan como VAR y alrededor de 500 si lo hacen como AVAR. En total, superan los 100.000 euros anuales. Casi nada.