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Injerto capilar, ¿cuánto dura el tratamiento y cómo hay que cuidar el cabello tras la intervención?

  • Los injertos capilares son unos de los tratamientos contra la alopecia que ofrecen mayores resultados

  • Los resultados de estas operaciones pueden durar décadas, pero es imprescindible cumplir con todo el posoperatorio

  • La edad es un factor determinante y no debe realizarse en jóvenes

La alopecia es un trastorno que afecta a hombres y mujeres y que puede causarnos todo tipo de problemas e inseguridades. Desde la pérdida de la autoestima a episodios de depresión o ansiedad, perder el cabello puede llegar a minar nuestra salud mental, especialmente cuando nos afecta en la juventud. Sin embargo, con el paso del tiempo se han ido desarrollando distintas técnicas que pueden revertir los efectos de la calvicie.

Una de las más populares son los injertos capilares, un método que permite trasplantar el pelo del propio paciente desde las zonas que no están afectadas por la alopecia a aquellas que carecen de cabello y que ha conquistado a todo tipo de famosos en todo el mundo. No obstante, a pesar de su creciente fama, estas operaciones siguen despertando ciertas dudas y recelos entre la población, que se pregunta cuánto puede durar este tratamiento. Si es tu caso, no te preocupes: nosotros tenemos la respuesta.

¿Cuánto dura un injerto capilar?

Los injertos capilares son uno de los métodos para revertir el cabello con más duración. A pesar de que el tiempo que se mantendrán los resultados dependerá de las condiciones de cada paciente, se estima que este tratamiento tiene una duración mínima de 25 años, siempre y cuando la operación se haya realizado correctamente. Esto se debe a que los folículos injertados en las zonas que sufren alopecia no están afectados por la dihidrotestosterona, DHT, la hormona responsable de la caída del cabello, por lo que podrán crecer con normalidad.

Los primeros avances de los trasplantes capilares los empezaremos a ver al cabo de los seis meses, y en cuestión de un año podremos disfrutar de una lustrosa cabellera. No obstante, para que nuestro trasplante capilar tenga éxito, es imprescindible que sigamos a rajatabla todas las recomendaciones de nuestros médicos para evitar riesgos y complicaciones.

¿Qué he de hacer tras un trasplante capilar?

El postoperatorio de los injertos capilares es un proceso que puede durar varias semanas y en el que debemos cuidar muy bien nuestro cabello. Tras la operación, que normalmente dura en torno a seis horas, es imprescindible que guardemos reposo y que mantengamos la cinta en nuestra cabeza el mayor tiempo posible.

En estas primeras veinticuatro horas, nuestro cuero cabelludo será especialmente sensible y delicado, por lo que no podremos tocarnos la cabeza bajo ningún concepto: si no, nos arriesgamos a que los folículos se debiliten y caigan. Además, es preferible que durmamos en una posición semierguida y que no usemos gorros o sombreros que puedan aplastar los injertos.

En las primeras semanas tras la operación, deberemos evitar hacer ejercicio físico o cualquier actividad que pueda hacernos sudar, ya que la sudoración puede provocar que el cabello no se adhiera y que el poro capilar se abra en exceso. Igualmente, no podremos acudir a piscinas y saunas y es recomendable que no expongamos nuestra cabeza directamente al sol.

¿Cómo debo lavar mi cabello tras un injerto capilar?

Otro punto a tener en cuenta tras someternos a un trasplante capilar es la higiene. Tras estas intervenciones, es muy importante que seamos muy cuidadosos a la hora de cuidar nuestro cuero cabelludo para evitar problemas, por lo que es fundamental que sigamos las recomendaciones y utilicemos los productos que nos darán nuestros médicos, que podrán variar según cada caso.

No obstante, independientemente de las condiciones de nuestro cabello, deberemos tener en cuenta que el primer lavado tendrá que realizarse 48 horas después de la intervención y que durante todo el proceso de postoperatorio no podremos lavarnos con agua caliente para evitar que los folículos se debiliten. Durante los diez primeros días, además, tendremos que lavarnos la cabeza a diario, y a la hora de secarlo deberemos evitar los secadores y frotar con las toallas: en su defecto, utiliza papel absorbente capaz de absorber el exceso de agua.