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Alcachofas, fruta fresca y aceite de oliva: alimentos que te ayudan a cuidar tu hígado sin descuidar la dieta

  • La clave para tener un hígado en perfecto de revista está en los alimentos hepatoprotectores: verdura, fruta y aceite de oliva

Con la edad, es evidente que hay que poner más empeño en cuidar ciertas partes de nuestro cuerpo que deben durarnos todavía muchos años más. El hígado es una de ellas. Un órgano vital que cumple todo tipo de funciones imprescindibles relacionadas con la depuración de la sangre y los químicos y la absorción de las grasas.

Si lo que buscamos es cuidar el hígado sin perder el objetivo de mantener una dieta equilibrada, por fuerza tendremos que incluir en ella una serie de alimentos que favorezcan su buen funcionamiento y lo ayuden a hacer su trabajo. No todos los que nos llevamos a la boca lo hace de la misma forma, ni mucho menos.

Hoy te hablamos de algunos de ellos para que puedas incluirlos en tu dieta sana y hacerla así más efectiva. Cómo cuidar el hígado.

Cómo cuidar el hígado con una dieta equilibrada

Tu hígado no solo lo cuidas comiendo bien, sino también practicando deporte de forma regular o consumiendo aceite ‘bueno’ (oliva) en la dieta. En todo caso, la primera recomendación de médicos y especialistas es no sobrecargarlo de trabajo, que es precisamente lo que hacen los malos hábitos en los que todos caemos con mucha facilidad: el consumo excesivo de grasa en la dieta, pasarnos con el alcohol duro y las cañas para soportar este confinamiento interminable o no consumir suficiente grasa vegetal son piedras en el camino de nuestro órgano favorito. Va a tener que trabajar a toda máquina para eliminar las toxinas, y en algún momento, seguramente falle y nos encontremos con un problema de inflamación y obstrucción de los conductos biliares.

Cuídate del exceso de toxinas que el hígado no pueda eliminar en su trabajo normal. Un poco menos de alcohol y un chute de ‘hojas verdes’ te ayudarán a empezar a tu dieta de alimentos malos para el hígado, y es ahí donde pasamos a los alimentos buenos, los que deben formar parte sí o sí de una dieta que priorice lo que limpia el órgano y hace que funcione mejor. Tienes que olvidarte por un tiempo de los alimentos ‘hepatóxicos’: esos que obligan a tu hígado a currar como un niño en una fábrica inglesa de la revolución industrial: a destajo y sin tiempo para respirar.

Alimentos buenos para el hígado

El primer paso para cuidar el hígado es diseñar una dieta que priorice el consumo de fruta y verdura por encima de los alimentos procesados y los que contengan mucha grasa. Debes quitarte cuanto antes el azúcar. Una dieta verde te ayuda a regular la glucosa en sangre y controla la absorción de colesterol.

El segundo paso es bajar el consumo de aceite de girasol y priorizar el de aceite de oliva de buena calidad. Te vale tanto crudo como cocinado para los platos de tu dieta equilibrada. Sabrás ya que contiene polifenoles y ácido oleico, excelentes para alcanzar la hepatoprotección que andas buscando. La riqueza de ácidos grasos ayuda a eliminar la grasa hepática en un buen porcentaje, algo interesante sobre todo en esa epidemia de hígados grasos y sobresaturados de trabajo que abundan en nuestras ciudades.

  • Garbanzos y lentejas. Otro must en toda dieta que quiera cuidar el hígado y aportarle lo mejor de las lecticina, buena compañera para prevenir la cirrosis hepática.
  • Fresas (y, en general, fruta; cuanto más fresca y de temporada, mejor). Aquí la clave es la fibra y la vitamina C. Es un alimento antiinflamatorio que además te ayudará a no retener líquidos. El limón es otro de tus aliados para proteger el hígado, en este caso, para combatir los radicales libres.
  • Verde que te quiero verde: espinacas, acelgas, escarola, cardo, apio. Todos estos alimentos de esta fiesta del verde, no apta para los que se quejaban de pequeños de que odiaban la verdura, son fuente de glutatión, un antioxidante esencial en los procesos de oxidación de las células.
  • Ajo y cebolla. Estos son fáciles. A poco que cocines vas a picar y sofreír cebolla o, para los más valientes, a tomarla cruda en tus ensaladas (el ajo ya es otra historia). La cúrcuma puede ser otra buena idea. Esta especia es hepatoprotectora.
  • Alcachofas, brócoli y espárragos. Otra vez, verde que te quiero verde para salvar a tu hígado del mareo por exceso de trabajo. Son los antioxidantes de estos alimentos los que facilitan los procesos de digestión y la depuración del órgano. El contenido en azufre es imprescindible para la depuración hepática.